Intereses 'particulares y políticos' están haciendo daño a la jornada de vacunación en Panamá

Ciudad de Panamá/La Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá (ANEP) solicitó a las autoridades gubernamentales la revisión del proceso de vacunación contra la COVID-19, la cual comenzó el pasado mes de enero, con el propósito de esclarecer los sucesos que en la última semana acapararon los titulares de los medios de comunicación y fueron tendencia en las redes sociales, mientras representantes de asociaciones de pacientes mostraron su indignación por estos hechos.

Para este gremio profesional y las organizaciones civiles de pacientes, estas situaciones han empañado la jornada de vacunación que se está ejecutando y dejan en entredicho la seriedad con la que los funcionarios gubernamentales están llevando a cabo este proceso.

La presidenta de la ANEP, Ana Serrano, explicó a TVN-2.com que con esta solicitud no sugieren que se detenga la vacunación, sino que verifiquen lo actuado para esclarecer lo que denominó suspicacias, situaciones justificadas sin ninguna base y hechos que no han sido corroborados tanto en el tema de la programación de las vacunas como en los privilegios que salieron a la luz pública.

“Me refiero a que todas las autoridades ubiquen las responsabilidades de cada uno de los que intervienen dentro de este proceso. A las autoridades de salud, a las autoridades que están metidas en todo este proceso. Desde la Presidencia hasta todos los ministerios e instituciones [ del Estado] que han intervenido. Tienen que revisar cuáles han sido sus acciones”, expresó Serrano.

La vocera de los ángeles blancos consideró que este examen es necesario porque ahora se conoce el tema de la vacunación clandestina o ilegal, pero más adelante puede salir otro escándalo que aún se desconoce, porque “¿no sabemos qué otras cosas están pasando? o ¿las propias autoridades no saben qué están haciendo las personas que pertenecen a su equipo?. No podemos seguir de escándalo en escándalo”.

Los privilegios producen indignación

La presidenta de la ANEP también manifestó su malestar al conocer que dentro del plan de vacunación hubo quien gozó de privilegios, mientras cientos de enfermos crónicos siguen esperando ser inmunizados.

Habló, por ejemplo, de los pacientes de salud mental y las personas que viven con sobrepeso y obesidad, estos últimos candidatos a complicarse y hasta morir al momento de contraer el virus, quienes todavía ruegan porque los incluyan en los grupos prioritarios.

Todos tenemos necesidad, pero dentro de esa necesidad hay quienes tienen un mayor riesgo. Cuando se empezó y se abrió una programación estaba bien, pero en el camino hemos visto que eso se ha distorsionado y que personas que nunca en su vida han estado en el tema de vacunación son los que ahora salen en la televisión como los grandes expertos”.

Al consultarle sobre a quiénes se refería con estas aseveraciones se limitó, sin dar nombres, a decir que son los que salen en la televisión, es decir ministros de Estado, pero “no son los expertos en el tema de vacunación”.

El vocero de los pacientes de Salud Mental, Plinio Cerrud, se unió a las críticas que hizo Serrano cuando explicó que sintió “lástima, tristeza e incomodidad” al enterarse de que existen autoridades que de alguna forma u otra siempre se saltan las reglas. Y aunque aclaró que no se refería a todos, indicó que siempre hay un corruptor y un corrupto.

En ese sentido, criticó que se salten en la prioridad a los pacientes crónicos, cuando otros sí tienen acceso al inmunológico a través de vacunaciones clandestinas o ilegales.

Añadió que estas situaciones “incomodan mucho” porque los pacientes crónicos valientemente, incluso sin medicamentos para controlar sus enfermedades, llevan meses esperando que les apliquen la vacuna.

Cerrud informó que como asociación de pacientes hicieron una solicitud para que los incluyeran como grupos prioritarios en la vacunación, hace unos dos meses, pero aún no reciben respuesta.

Por su lado, la presidenta de la Fundación de Artritis Reumatoide de Panamá, Enma Pinzón, lamentó que salgan a la luz pública situaciones que empañan el proceso de vacunación.

Con argumentos similares a los que expresaron Serrano y Cerrud, Pinzón cuestionó el hecho de que se conociera de personas que se estaban vacunando fuera de las jornadas establecidas programadas por las autoridades en detrimento de los pacientes con enfermedades crónicas, críticas y degenerativas.

Basada en datos estadísticos, Pinzón expresó que en Panamá el 50% de la población sufre de obesidad, una enfermedad que aumenta el riesgo de llegar a un cuadro grave al momento de contraer el virus SARS -CoV-2, pero un problema que “nadie ha tocado y no son considerados como un grupo en riesgo”.

Esto ocurre también con unas 3 mil personas que padecen hipertensión (presión alta) e igual cantidad de pacientes con diabetes, expresó la presidenta de la Fundación de Artritis Reumatoide, quien agregó que, aunque ya se vacunaron cerca de 13 mil con estas enfermedades, ante el universo de quienes viven con estos padecimientos, la cifra es muy baja. Así mismo indicó que una situación similar se presenta con las personas mayores de 60 años de edad con residencia en el interior del país porque tampoco les están llegando las vacunas.

Es completamente inaceptable para las organizaciones de pacientes y por los panameños en sí. No hay necesidad de empañar este proceso de vacunación con todo lo que se dice internacionalmente de que el país lleva un proceso limpio y transparente, pero seguimos cometiendo estos errores”.

Vacunación en el ojo de la tormenta

Un informe del Ministerio de Salud (Minsa) sobre la creación del Programa Ampliado de Inmunización (PAI) dio cuenta de que en 1977, el Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud, promovió comenzar con el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) con el propósito de bajar la atención y las muertes de enfermedades prevenibles por vacunas.

En Panamá, el programa comienza oficialmente el 1 de noviembre de 1978 y a lo largo de su existencia se destacó por lograr un incremento de la dotación de vacunas para el país, las cuales se anexaron al Esquema Nacional de Inmunizaciones cumpliendo con el objetivo de reducir morbilidad y mortalidad.

No obstante, en todos los años de funcionamiento del PAI es la primera vez que el proceso de vacunación se encuentra en el ojo de la tormenta.

El exministro de Salud durante la administración de Mireya Moscoso, José Terán, informó que el programa de vacunación nacional ha sido laureado por nacionales y extranjeros por su eficiencia y conducción prístina, llevando vacunas seguras a un amplísimo sector de la población.

Terán consideró que “actos aislados no deben opacar lo que ha costado construir la credibilidad en años”.

Además, expresó que los procesos que adelanta el Minsa y el Ministerio Público deben darse con la celeridad que la ciudadanía reclama, guardando el debido proceso. La transparencia como sean conducidos podría marcar un antes y un después para las autoridades llamadas a investigar y posteriormente a juzgar, señaló.

También detalló Terán que la vacunación en casa es la excepción a la regla y se reserva para las personas que, en determinado momento, ya sea por una enfermedad crónica o aguda, no puedan desplazarse a los sitios destinados para la vacunación.

En este punto declaró que es preferible que se utilicen centros de vacunación por una sencilla razón: la seguridad del paciente. “Las vacunas, igual que otros medicamentos, pueden inducir reacciones adversas que podrían poner en riesgo al receptor de la misma y es por esto por lo que cada sitio de vacunación deberá contar con el personal y equipos para garantizar a la ciudadanía respuestas rápidas y el soporte de vida necesario”, dijo.

Al consultarlo, como miembro de la atención privada, explicó que los hospitales privados han ofrecido instalaciones seguras para vacunar gratuitamente a la población siguiendo en forma estricta las normas que el ente rector nos indique.

En ese sentido, indicó que ya lo hicieron en el pasado y si el Gobierno les solicita apoyo, se lo darán ya que la recuperación económica del país depende de qué tan rápido vacunemos a la población.

Por su lado, la presidenta de la Anep, Serrano, se quejó que en tiempos de pandemia sean otros los llamados a organizar y llevar adelante la vacunación cuando existe un equipo de enfermeras, miembros del PAI, que son las verdaderas expertas en este tema.

Aseguró, que ahora son ministros de Estado y hasta colegas [enfermeras] “que pueden ocupar jefaturas nacionales”, pero no saben del proceso de vacunación son los que lo llevan, mientras los que conocen el tema quedaron relegados a seguir indicaciones.

Serrano reiteró que para el tema de vacunación existe el PAI, un organismo que por décadas se encargó del proceso de vacunación, el que incluye desde la negociación de las compras hasta su aplicación y nunca ha estado envuelto en lo que prefirió calificar como “suspicacias”.

Perdóneme, pero no. Una comisión que no sabemos quiénes la conforman, ni cuál es su peso y que nos da la percepción de que las decisiones no son basadas en un 100% en una evaluación científica como tal, sino que hay intereses particulares y políticos”, expresó, efusivamente, Serrano.

Para la presidenta de la ANEP, la verificación que se haga a la forma como se está llevando la vacunación en el país debe concluir en que el trabajo de vacunación concerniente a la negociación, llegada al país y aplicación deben estar en manos de los que siempre han estado, es decir el PAI del Minsa.