Empuje al empleo: inversión multimillonaria y el reto laboral
Los sectores clave para estas inversiones serán el turismo, la agricultura, la logística y la infraestructura, particularmente vial.
Ciudad de Panamá, Panamá/En esta nota se cubre tanto los anuncios de ayer del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) como las más recientes cifras de la Encuesta de Mercado Laboral publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censo, las cuales revelan un aumento del desempleo. Veamos.
Inversión
El ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, presentó ayer los puntos clave de la agenda económica de Panamá al cierre del año. Entre las medidas anunciadas se encuentra la extensión del subsidio a la tarifa eléctrica hasta junio del próximo año, con el objetivo de evitar aumentos en los precios de la energía en diversas zonas del país, aunque no aplicará de manera general. El ministro también destacó como meta del Gobierno Nacional la reducción del déficit fiscal al 2% para el cierre de la década.
El MEF proyecta un crecimiento económico alrededor del 4% en el corto plazo, por debajo del 7.3% de 2023, reflejando tal desaceleración la suspensión de operaciones de la mina de cobre en Donoso, como también la mitigación de las secuelas positivas de la apertura después de la pandemia. El MEF también agregó que la inflación se mantendrá relativamente baja, oscilando hoy día alrededor del 2%.
Según Chapman, para el Gobierno Nacional, mantener la estabilidad doméstica es una prioridad. Durante los próximos cinco años, la administración de Mulino espera lograr más de $30,000 millones en inversiones, lo cual da un promedio anual de $6,000 millones, aunque es probable que en los años más cercanos, la inversión sea menor, mientras se intenta cerrar la brecha del déficit fiscal.
Los sectores clave para estas inversiones serán el turismo, la agricultura, la logística y la infraestructura, particularmente vial. Además, Chapman indicó un compromiso por culminar proyectos en curso, como hospitales, plantas de tratamiento de agua y sistemas de transporte, aún en desarrollo.
La principal fuente de financiamiento seguirá siendo el mercado global de capitales, aunque el MEF intentará reducir los costos de financiamiento. Esto, mediante el fortalecimiento del mercado doméstico de deuda, una mayor transparencia fiscal y un manejo hábil del repago y refinanciamiento de los bonos ya emitidos.
Una consecuencia de esta inversión, según el MEF, será la creación de empleos y el incremento de la competitividad y la productividad, con el objetivo de aumentar los ingresos de los hogares y así aumentar el consumo para reducir el desempleo.
Impacto
Según el INEC, hasta octubre pasado la población ocupada era de 1.81 millones de personas, cifra inferior a la registrada al cierre del año anterior y a la de 2019, antes de la pandemia.
Analistas atribuyen este descenso a la desactivación de la mina y la disminución de las plazas de empleo formal en las áreas metropolitanas.
La tendencia indica un aumento interanual en la tasa de desempleo, elevando la necesidad de implementar políticas públicas efectivas en 2025 para revertir esta tendencia antes de que se consolide, en aras de alcanzar una tasa de desempleo estructural del 5% hacia el cierre de la década.
Panamá mantuvo esta tasa del 5% de desempleo entre 2011 y 2016, período que siguió a la obtención del grado de inversión.
Y la posible pérdida de esta calificación representa un riesgo significativo, ya que dificultaría la recuperación de la tasa de crecimiento de los empleos a largo plazo.
Para referencia, las agencias calificadoras —Moody’s, Fitch y S&P Global— han enfatizado que gran parte de su evaluación depende de cómo Panamá gestione el debate sobre la Caja de Seguro Social, una discusión que el presidente José Raúl Mulino ya reconoció que se prolongará más allá del año nuevo.
Historia
En los últimos 50 años, la fuerza laboral ocupada de Panamá ha crecido significativamente, pasando de medio millón en 1975 a cerca del millón para el cambio de siglo, a casi dos millones en la actualidad.
No obstante, un estancamiento económico causado por la súbita incapacidad de financiar proyectos de inversión con deuda extranjera podría impactar severamente el proceso de creación de empleos, generando inestabilidad persistente en el mercado laboral.
En el pasado, se han registrado contracciones en la fuerza laboral, como en la segunda mitad de la década de 1970, como también antes de la invasión, y especialmente durante la pandemia, cuando la población ocupada cayó —entre 2019 y 2021— un 10%.
Para contexto, desde el año 2000, la cantidad de empleos ha crecido a una tasa promedio anual del 2.6%. La época de mayor crecimiento de empleos fue la década de 1990, cuando la economía creció en promedio a más del 4% anual. En cambio, en lo que va de la presente década, el crecimiento promedio anual de la fuerza laboral ocupada está por debajo del 1%.
Formalidad
El consultor laboral René Quevedo ha señalado la necesidad de inversión extranjera para impulsar la generación de empleo formal, elevándose como condición la capacitación de la fuerza laboral para atraer tal inversión. Actualmente, alrededor del 50% de la población ocupada no agrícola trabaja en condiciones informales. Y la creación de empleo formal será esencial para garantizar la viabilidad económica a largo plazo de la Caja de Seguro Social, hoy bajo debate.
Sin embargo, la asignación de recursos a tal capacitación de la población laboral —no la estudiantil— sigue siendo un desafío, dadas las restricciones fiscales, las obligaciones de pensiones y otras presiones. Y un factor crítico de la ecuación de financiamiento del próximo año probablemente será el tamaño de la planilla estatal, un tema políticamente sensible.