Embarazos adolescentes en Panamá: 'A los tomadores de decisiones no les importa'
Embarazos en Panamá
Ciudad de Panamá/Los hallazgos del estudio Consecuencias Socioeconómicas del Embarazo de la Adolescencia en Panamá, que el pasado 7 de octubre presentó el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), no tendrán el impacto deseado en la creación e implementación de políticas que contribuyan al desarrollo pleno de la mujer, pero es “bueno” consideran activistas de los derechos de las mujeres.
El estudio, que tomó como referencia los 12 mil 267 nacimientos vivos en madres adolescentes en 2019 de los cuales 458 son de niñas entre 10 y 14 años de edad, reveló que la falta de prevención de los embarazos adolescentes y la maternidad temprana le dejaron pérdidas al Estado en 525 millones de dólares en renglones como educación, oportunidad laboral, atención sanitaria y pérdidas fiscales, entre otros.
Para Juana Camargo, miembro de la Asociación Espacio de Mujeres, el estudio es importante porque permite a las personas y organizaciones que luchan por el respeto de los derechos de las mujeres contar con una herramienta adicional para seguir con esta labor, pero duda que a los actuales tomadores de decisiones en el país les importe. “A ellos no les importa, porque si les importara ya hubieran tomado decisiones”, aseguró.
Camargo consideró que la herramienta (el estudio) es sumamente importante, pero en Panamá se vive una situación constante de pérdidas de fondos públicos, en evasión de impuestos que implican miles de millones de dólares y eso no mueve al Ministerio de Economía y Finanzas a tomar medidas que lo frenen, igual que ocurre con la Caja de Seguro Social.
“No es que esté en contra. Estoy totalmente a favor de la herramienta. Estoy a favor del Estudio. Pienso que es importante poner con mucha crudeza la situación, pero aquí [en Panamá] a el sistema político o a quienes toman decisiones estos temas no les importan” (...) No tienen educación sexual y no son la prioridad de ningún Órgano del Estado" dijo Camargo, quien agregó que la ausencia de ley para impartir educación sexual en las escuelas es una muestra de esa falta de interés.
Una niña o una adolescente embarazada, según destaca el estudio, tendrá menos oportunidades para mantenerse dentro del sistema escolar, lo que a su vez afectará su desarrollo personal y el acceso a un empleo bien remunerado.
La activista de derechos humanos reiteró que la medición es importante y refleja lo grave de la situación, no obstante, los abusos sexuales e institucionales a las niñas y adolescentes que están bajo la protección de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf) les deja serias dudas sobre si las autoridades harán algo más que lamentarse.
“La atención a las niñas y adolescentes es urgente, los resultados del estudio deben ser atendidos por las autoridades. Los derechos de las niñas y adolescentes son vulnerados, no son protegidos”, sentenció Camargo.
Mientras, la coordinadora del Laboratorio de Bioética de la Universidad de Panamá, Claude Vergés, al igual que Camargo, manifestó que el estudio es una herramienta importante para darle una nueva mirada a un problema social y ético que anualmente afecta a miles de niñas y adolescentes en el país.
Vergés sostiene que las niñas y adolescentes que se embarazan, no lo hacen como parte de un deseo o una planificación, sino por ignorancia y hasta violencia sexual lo que se constituye en una violación a su dignidad e integridad.
No obstante, indicó que desde esta perspectiva desde hace años se aboga para lograr la reacción de todos los actores de la sociedad sin tener éxito, sea porque los tomadores de decisiones no logran ver la dimensión del problema o que las presiones que existen para no actuar son muy fuertes.
Por eso consideró que ver los embarazos prematuros desde la óptica del utilitarismo, es decir, qué tanto beneficio rendirá una determinada dimensión, pondrá en relieve que no se trata solo de un problema ético o social, sino también económico.
“Este trabajo es muy importante, aporta argumentos nuevos a los ya conocidos y toca a un público que hasta ahora no era sensible al problema”, indicó Vergés.
A la vez, la socióloga Rubiela Sánchez, miembro de la Coalición Panameña por la Educación Integral en Sexualidad, explicó que el embarazo en la adolescencia es un problema multifactorial y los abordajes para hacer los análisis de esta temática deben ir acompañados de diferentes componentes, es decir, que trasciende el tema económico, por ejemplo.
Sánchez detalló que aunque es interesante saber que el embarazo en la adolescencia, según los datos del 2019, tiene un costo aproximado de 525 millones de dólares, desde hace años un grupo de profesionales aboga en que es menos costoso invertir en prevención, es decir, en formar a docentes para que transmitan la información a las niñas y adolescentes en las aulas de clases.
La socióloga abogó para que se haga un análisis más holístico porque existen temas en los que todavía hay mucho terreno que recorrer y trabajar como es el caso de las niñas de menos de 14 años de edad embarazadas, lo que se constituye en un delito porque un análisis económico no garantiza que haya incidencia o se creen programas para proteger niñas y adolescentes para que ese círculo vicioso de la pobreza no continúe. También indicó que si se van a hacer inversiones deben llegar a los grupos que más lo necesitan debido a que en las áreas con alto poder adquisitivo, un embarazo adolescente no trunca el desarrollo futuro, lo que sí ocurre en los sectores más vulnerables.
Datos del UNFPA indicaron que América Latina y el Caribe ocupa la segunda posición en el mundo con la más alta tasa de embarazo en la adolescencia. En Panamá, según datos del Ministerio de Salud para el año pasado era de 67.2 en las adolescentes de 15 a 19 años.