Piden mejorar la política alimentaria para luchar contra la desnutrición en Panamá

Día Mundial de la Alimentación

Uno de cada 10 niños (15.8%) en Panamá padece de desnutrición grave y el grupo de edad vulnerable son los menores de 2 años.

De cada 2 niños 1 presenta baja talla para la edad y la desnutrición prevalece en un 39%, en las comarcas indígenas, entre ellas la comarca Ngäbe-Buglé y Emberá.

Alrededor del 14% de niños en Panamá sufren de desnutrición / Adolfo Berríos

La pandemia ha empeorado el desalentador panorama que se venía repitiendo durante los últimos años en materia alimentaria y agravado la situación de desnutrición en las áreas más propensas, al menos en Centroamérica, y por ende, Panamá no escapa de este flagelo.

Cada 16 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, que fue instaurado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el objetivo de concientizar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.

En el país, según señala la Fundación Panamá Saludable, basados en estadísticas del Ministerio de Salud (Minsa), reportadas en la encuesta nutricional de salud nacional en 2020, se arrojó que, de cada 2 niños 1 presenta baja talla para la edad y la desnutrición prevalece en un 39%, en las comarcas indígenas, entre ellas la comarca Ngäbe-Buglé y Emberá.

También se advierte que 1 de cada 10 niños (15.8%) padece de desnutrición grave y el grupo de edad vulnerable son los menores de 2 años.

Las cifras son alarmantes, de acuerdo con Nicanor Montero, nutricionista dietista y miembro de la fundación, quien ha tenido la oportunidad de prestar servicios en áreas apartadas de la comarca Ngäbe Buglé.

Montero ha escuchado testimonios de madres cuyos niños de 6 a 24 meses, solo comen la mayoría de las veces, una vez al día, sin variedad de alimentos.

El nutricionista dietista dijo a TVN-2.com que, si bien es cierto existen programas alimentarios como el que brinda la Secretaría Nacional para el Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Senapan) y la Fundación Puertas Abiertas, entre otros, hace falta más políticas alimentarias o por lo menos, mejorar las ya existentes para que no se presenten este tipo de problemáticas que es la desnutrición en los niños.

Una alternativa sería la inversión en estas comunidades para ayudarlos a cultivar sus propios alimentos o para la venta y mantener una agricultura sostenible.

En las comunidades de Besigó y Mironó, el trabajo de Montero consiste en orientar a las madres de cómo deben alimentar a sus hijos y qué alimentos son importantes, a partir de los seis meses, periodo en que los niños inician el consumo de alimentos.

Según Montero, informes de la Unicef, indican que hubo una parte de la población, al menos en la comarca Ngäbe, que no fue beneficiaria de bolsas solidarias, debido a que por la lejanía del lugar donde residen no pudieron acceder a estos alimentos.

Añade que para que un niño no pase por esta situación hay que iniciar desde la raíz y es desde la gestación. Lo adecuado y lo más recomendable para el desarrollo y crecimiento es contar con el desayuno, almuerzo, la cena y dos meriendas.

Para el nutricionista, sería una buena opción y ayudaría enormemente que se retome los programas de nutrición que se brindaban en los colegios, conforme se vayan sumando más planteles educativos a las clases presenciales.

Según datos de la FAO, la pandemia “ha llevado al 8,7% de Centroamérica a padecer hambre por falta de accesibilidad a alimentos básicos y saludables; y el 14% de la niñez panameña no tiene seguridad alimentaria y sufre de desnutrición”. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicado en 2020, señala que “se debe mitigar el impacto desproporcionado sobre los niños panameños, que deben ser el centro de las políticas de recuperación”.

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