La desigualdad y el temor detrás del tratado que Estados Unidos no quiere renegociar
Economía en Panamá
Ciudad de Panamá/Quizás fue una premonición cuando los productores panameños tuvieron que salir despavoridos de un hotel en Tampa, Estados Unidos, ante la inminente llegada de un huracán. Corría el 2005 y los productores se encontraban en el llamado “cuarto de al lado”, donde sin voz ni voto y a cuentagotas les llegaban desde la habitación principal los “logros” que alcanzaba el gobierno de Martín Torrijos al negociar un tratado de libre comercio con la nación norteña.
Diecisiete años han pasado desde aquella odisea y la sensación de salir despavoridos ronda nuevamente entre los productores, toda vez que en los próximos meses comienza la desgravación arancelaria de numerosos productos sensitivos, entre los que se destaca el arroz.
Este grano, junto al muslo encuentro y la carne de res y de cerdo son los primeros productos que al desgravarse abren paso a las esperadas masivas importaciones desde Estados Unidos amparadas bajo el Tratado de Promoción Comercial (TPC), seguidos de la leche fluida, el yogurt, helados, el queso cheddar, otros quesos, la leche entera en polvo y la descremada en polvo, entre otros.
Dispuestos nuevamente a salir a protestar en las calles, los productores demandan del gobierno que acelere la aplicación de políticas de Estado para el desarrollo del sector agropecuario y que formalice con Estados Unidos la revisión y modificación de lo acordado en el TPC.
Esto, a raíz de que la semana pasada el panorama en el campo se enrareció aún más cuando el encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos en Panamá, Stewart Tuttle, sostuvo que su país no contempla renegociar el TPC.
“Nosotros no pensamos renegociar el tratado…”, sentenció el diplomático, alegando que Panamá ya tiene 10 años aprovechando este tratado, periodo en el cual casi todos los productos panameños han entrado a Estados Unidos sin aranceles ni impuestos.
En 2005 las incipientes negociaciones del TPC atizaron la renuncia del entonces ministro de Desarrollo Agropecuario, Laurentino Cortizo, hoy presidente de la República.
Desde finales de diciembre del año pasado las autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y de Comercio e Industrias (MICI) instalaron mesas para supuestamente unificar criterios y solicitarle a Estados Unidos la renegociación del TPC, aunque Tuttle dijo que el tema no está sobre la mesa, pues su gobierno no ha recibido una solicitud formal, “y no creemos que sea apto” porque el tratado beneficia a ambas partes.
Desde la entrada en vigencia del tratado en 2012 Estados Unidos ha registrado un superávit de más de 2,800 millones de dólares en la balanza comercial general y de más de 400 millones en la balanza comercial agrícola, sostiene el sector avícola nacional.
Mientras, Panamá ha exportado a esa nación productos diversos con un valor aproximado de 90 millones de dólares, en palabras de Tuttle.
Lo que no dice el señor Tuttle, ripostaron los porcicultores, es que para el 2006 Panamá exportaba 350 millones de dólares, para el 2010 exportaba 211 millones de dólares y para el 2019 solo 90 millones de dólares, mientras que Estados Unidos exportó a Panamá 2,518 millones de dólares en el 2010 y para el 2019 la cifra récord de 3,363 millones de dólares.
“Jamás estuvimos de acuerdo con que se negociara el sector agropecuario. Nosotros peleamos en la calle para que el sector, sobre todo la carne y la leche, fueran excluidos del tratado, pero esa voz no fue escuchada, pese a los tranques que hicimos en Divisa”, aclaró por su parte José Concepción Sánchez, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan).
Añadió que el sector lácteo y de carne no ha podido exportar ni una libra de carne ni un litro de leche a Estados Unidos, ya que están con la traba del laboratorio de residuos tóxicos, pese a que se les impuso firmar una carta sanitaria en que reconocían la equivalencia del sistema norteamericano, o sea, que los productos estadounidenses entran expeditos a Panamá y los de factura local no pueden hacer lo mismo hacia ese mercado.
La independencia zoosanitaria fue lesionada en el TPC, afirmó por su parte el secretario ejecutivo de la Anagan, Euclides Díaz, quien agregó que todo el tratado fue una creación de Martín Torrijos y de su entonces ministro de Comercio e Industrias, Alejandro Ferrer.
Mientras que los ganaderos repudian la posición estadounidense de no renegociar, la Asociación Nacional (Anavip) considera la medida como “extrema”, señalando que afecta y limita la necesidad que tiene Panamá de producir sus propios alimentos.
Desde finales del 2021 las autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario y de Comercio e Industrias instalaron mesas de trabajo conjunta con los productores para analizar los efectos del avance de la desgravación arancelaria, sin que hasta el momento se conozcan sus avances.
“En el Ministerio de Desarrollo Agropecuario nos han venido mareando con este y otros temas, pues esperaron a que las autoridades de Estados Unidos se acercaran, plantearan su posición, y ahora de manera tímida hacen ver que están preocupados por esta situación”, manifestó un productor que pidió la reserva de su nombre.
Desde el MIDA se informó que solo queda seguir trabajando con miras al 2025, cuando se abre la mesa agropecuaria del TPC, a fin de poder sustentar técnicamente el impacto negativo que tendrá en el agro.
Ante el malestar del sector agropecuario, la Asociación de Porcicultores Unidos de Panamá convocó a una manifestación “pacífica” para este miércoles 16 de marzo en Santiago de Veraguas, ante las oficinas de la gobernación. La premonición parece cobrar vida.