Desafíos del nuevo gobierno | Inseguridad ciudadana: ¿más represión o más prevención?

Seguridad en Panamá

Datos de Statista señalan que la tasa de homicidio por cada 100,000 mil habitantes de Panamá en 2023 fue de 11.5, cifra que aumenta la inseguridad en las calles cada vez más.

Unidades de la Policía Nacional / AFP

Ciudad de Panamá/Es un hecho que en los últimos años la inseguridad ha aumentado. Los delitos relacionados al pandillerismo y los homicidios son cada día más frecuentes, en algunos casos, cobrando vidas de inocentes.

Según cifras preliminares del Ministerio Público, para el periodo del 1 de marzo de 2023 al 29 de febrero de 2024, se reflejó un incremento en número de víctimas de homicidios en un 4%, en comparación al periodo del 1 de marzo de 2019 al 29 de febrero de 2020.

Los homicidios en el periodo 2019-2020 fueron 521; 2022-2023: 536 y del 2023-2024 fue de 560 homicidios. Pero, en los últimos cuatro meses del año en curso se registran 181 homicidios, siendo febrero el mes más violento en cuanto a homicidios con 62.

Datos de Statista señalan que la tasa de homicidio por cada 100,000 mil habitantes de Panamá en 2023 fue de 11.5, algo que hace que las personas que circulan por las calles se sientan cada vez más inseguras.

La incidencia de homicidios y la implementación de tecnologías de vigilancia, como las cámaras de videovigilancia, son dos de los aspectos más discutidos en la agenda de seguridad pública.

Carlos Icaza, comisionado retirado y especialista en temas de seguridad y pandillas señaló que este tipo de delitos se pueden disminuir y atacar a través de la prevención.

Para Icaza, todos los homicidios o delitos que ocurren en Panamá, no siempre están vinculados a pandilla o crimen organizado, sino que también suceden por delitos comunes, como por ejemplo en San Miguelito.

“Hay una serie de homicidios que se han desarrollado en San Miguelito, que más que verse con pandilla, son actos normalmente individuales que ha traído como consecuencia un efecto dominó, que tocaste uno y te toco otro. Esto viene de un solo acto de violencia de la agresión física que se cometió en contra de una persona. Que estos actos, al final, se involucren las pandillas, sería otra cosa”, manifestó.

En estos casos, el uso de cámaras de videovigilancia es una de las herramientas más efectivas, que multiplica la capacidad de atención de las Fuerzas Públicas.

Estas tecnologías permiten una supervisión constante de espacios públicos y privados, con el objetivo de disuadir delitos y facilitar la identificación de perpetradores.

“Una sola unidad tiene alcance para monitorear 20 o 30 cámaras en un corto tiempo, y en un distintos lugares, viable para dar seguimiento a vehículos sospechosos. La Policía entiende el sistema de cámaras y se anticipa los movimientos de la delincuencia y resulta en un acto frustrado”.

Centro de videovigilancia

Inseguridad en Darién

Desde el punto de vista del especialista en materia de seguridad, el paso migrante por la selva de Darién es una situación a la que se le debe prestar vital atención, y avala la propuesta de cerrar ese paso fronterizo debido a los actos y situaciones inhumanas que sufren y atraviesan las personas que deciden migrar de esa forma.

“Es una situación de riesgo para todos, niños expuestos a horrores que se encuentren en el camino y actos de crueldad. Que levante la voz cualquiera en Panamá o fuera de Panamá que es inhumano impedirlo, más inhumano es permitirles que se expongan a tantos riesgos como lo están haciendo”, afirmó Icaza.

Seguridad ciudadana

Para Icaza, el contacto de la Policía con la ciudadanía es una medida que se tiene que explotar e incrementar las rondas policiales, ya que, en comparación con otros años, hay pocas rondas y muchos retenes, medida que no es mala, sino que los delincuentes aprenden a esquivarlos.

También subrayó el incremento de las rondas policiales a pie y no a motor, toda vez que, en moto o vehículo, no ayuda al fortalecimiento del vínculo ciudadano.

“Establecer una comunicación con la ciudadanía sirve de mucho, eso hay que fortalecerlo. Evitar que los patrullajes se den en vehículos, a pesar de sus ventajas de rapidez, pero no se puede evitar situaciones de seguridad ciudadana, que tienen que ver con el contacto de la ronda”, sugirió.

Sobre los retenes, dijo que, al ser puestos fijos es muy fácil pasarlo o evadirlo de cualquier forma, y el delincuente sigue su camino.

No podemos mantener los retenes permanentes por uno o dos meses en un mismo lugar, eso es una debilidad porque ya el delincuente estudió y sabe a qué hora están atentos y a qué horas no, o a qué horas es el cambio de turno y si está lloviendo o no”.

Otra de las formas con las que se fortalece la seguridad ciudadana, es a través de las investigaciones de inteligencia, aunque según Icaza, tienen mayor efectividad en temas de narcotráfico y crimen organizado, pero a nivel interno en los barrios aún no es tan efectiva, sin embargo, es una forma de estar por delante de los delincuentes.

“La inteligencia debe caminar un paso delante de los hechos, si tenemos un engranaje de inteligencia sólido y fuerte, el trabajo del uniformado va a ser más fácil. Sin embargo, dentro de los barrios populosos para ver pandillerismo y criminalidad se hace un poco débil, y por eso vemos los resultados que estamos viendo hoy día”, indicó.

A juicio del excomisionado, los delitos que más afectan a los ciudadanos comunes son los que suceden en los barrios constantemente, en donde se abre fuego y mueren personas inocentes.

Por ejemplo, en San Miguelito se estima que operan entre operan entre 40 a 50 grupos de pandillas, los que por años se pelean el territorio por la venta de drogas y armas. Situación que ha hecho que la calidad de vida de los sanmigueleños se vea afectada por la inseguridad. 

En el caso de los países con los más altos niveles de seguridad en el mundo, como Islandia, Noruega y Finlandia, han adoptado un enfoque que combina tecnología, políticas de inclusión social, y sistemas judiciales eficientes. Islandia, por ejemplo, reportó una tasa de homicidios cercana a 0 en 2023. Este éxito se atribuye a una combinación de factores, incluyendo una fuerte cohesión social, alta confianza en las instituciones y políticas efectivas de rehabilitación y reintegración de delincuentes.

En estos países, el uso de cámaras de videovigilancia es solo una parte de una estrategia más amplia de seguridad. En lugar de depender únicamente de la tecnología, se enfatiza la importancia de la prevención a través de programas educativos, apoyo social y una presencia policial bien entrenada y cercana a la comunidad. Contrario a la estrategia de seguridad utilizada en El Salvador, el cual ahora es el país más seguro de Latinoamérica con una tasa de homicidios de 2,4 por cada 100,000 habitantes.

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