Des-dolarización de la mitad del mundo: ¿Impactará a Panamá?
Economía en Panamá
Las sanciones que han impuesto los Estados Unidos y la mayoría de los países de la Unión Europea contra Rusia por su ataque a Ucrania han provocado, al menos preliminarmente, una suerte de efecto boomerang: el congelamiento de las reservas de la nación euroasiática alrededor del mundo y el corte de los servicios financieros necesarios para comprar y vender en dólares, como el sistema SWIFT, apresuró por parte de Rusia la consecución de transacciones bilaterales en rublos, rupias y yuanes.
India está comprando petróleo descontado a Rusia y se prepara para suplirle de al menos 10 materias primas que la segunda no puede comprar a sus proveedores regulares por las sanciones.
China hace lo propio asegurándose la importación de granos y energía para su cada vez más acelerada demanda industrial. Los dos países más poblados del mundo, China y la India –la segunda y la sexta economía del planeta, respectivamente– transando directamente con uno de los mayores exportadores de petróleo y granos, ha puesto a varias voces a hablar de una des-dolarización mundial, mientras que otros solo ven en esta coyuntura la aceleración de un fenómeno que ya tiene varios años en marcha.
Desde magnates de las criptomonedas como Mike Novogratz, hasta ex funcionarios del Departamento del Tesoro estadounidense como John Fagan, hablan del nacimiento de un nuevo régimen monetario mundial.X
Novogratz, por ejemplo, declaró a Yahoo Finanzas que la invasión y las sanciones contra Rusia podrían empujar a más personas hacia las criptomonedas porque “quieren tener dinero que viva fuera del poder tradicional. Por eso se creó bitcóin, porque la gente no confía en los Gobiernos”.
Mientras que Fagan, hoy consultor financiero, también apuntó al congelamiento de reservas de Rusia como un “paso resbaladizo” por el acoplamiento del dólar a la política exterior de Estados Unidos. “Ahora los bancos centrales del mundo podrían pensar que el dólar no es tan sólido como antes”, dijo a la revista Financial Review. Es una crítica que también ha hecho el presidente ruso Vladimir Putin para reclamar las reservas rusas congeladas en el exterior.
¿Cómo afectaría la des-dolarización a Panamá?
Siendo un país dolarizado y sin banco central, cabe preguntarse qué impacto tendría este reordenamiento monetario en la economía de Panamá. No es una pregunta fácil de contestar por todas las aristas tan peculiares del sistema monetario panameño y su vital dependencia al dólar estadounidense, pero cabe plantear algunas reflexiones para iniciar la conversación.
En “Lecciones de la experiencia monetaria panameña: una economía dolarizada con integración financiera”, publicado en 1999, el panameño Juan Luis Moreno Villalaz sintetiza magistralmente las características el sistema monetario de Panamá así:
- Se usa el dólar como circulante. El Balboa, la moneda nacional, es una unidad de cuenta y sólo existe en monedas fraccionarias;
- Los mercados de capital son libres, no hay intervención del gobierno, o restricciones a las transacciones bancarias, o a los flujos financieros, ni a las tasas de interés;
- Hay una gran cantidad de bancos internacionales;
- No hay banco central.
Por estas características, Moreno Villalaz plantea que la economía panameña bien podría considerarse “un caso control en un experimento de simulación, donde el proceso de equilibrio monetario y macroeconómico puede estudiarse sin distorsiones del sector financiero, intervención gubernamental, o políticas del Banco Central”.
Como consecuencia, Panamá revela la “respuesta de mercado” a muchos temas, además de la “relevancia de la integración financiera”, que el autor define como la asignación de los bancos de sus recursos tanto en el mercado local como en el extranjero sin ninguna distinción. Así, el sistema monetario panameño “se ajusta a crisis políticas sin crisis económicas”, con habilidad para ajustarse a choques “sin importantes desequilibrios”, y que “sin un Banco Central, el sistema funciona óptimamente”, concluye el autor, quien fuese exasesor del Ministerio de Economía y Finanzas en su momento.
Sin embargo, si funciona el sistema, es evidente que funciona sólo para un sector. La desigualdad, el desempleo, la informalidad y los precios altos, ahora sumados a una potencial des-dolarización del mundo, muestran otra cara de la soberanía monetaria de la que carece el país: el inquietante rostro de la vulnerabilidad.
De acuerdo al economista e investigador del Cieps, Javier Stanziola, la alta dependencia que tiene el país en la importación, lo hace “susceptible a los azares de la actividad económica de otros países”. Y al mismo tiempo que Stanziola admite que sería “imprudente” crear un banco central ahora por el “débil estado institucional panameño” actual, también subraya la importancia de “estar conscientes del alto costo de no tener a la mano este tipo de herramienta (un Banco Central) para facilitar el desarrollo socioeconómico y aumentar la capacidad para responder a choques externos”.
La falta de soberanía monetaria obliga a Panamá – explica Stanziola – a enfocar toda su estrategia en atraer capitales extranjeros, exportar productos primarios y aumentar los servicios portuarios y canaleros, una estrategia que no ha alcanzado hasta ahora para vencer lo que el economista califica como “una trampa que hunde al país en un círculo vicioso de desigualdad”.
Soberanía monetaria en Panamá ¿Una quimera?
El economista Manuel Quintero explica que hay alternativas. Una de ellas sería crear una caja de monedas a través de los pagos que podría exigir el Canal a las potencias en cuatro o cinco monedas fuertes además del dólar, como el yuan, la libra esterlina, el euro, el yen, y “al paso que va, hasta el rublo”. Con esas reservas se podría crear un Banco Central y emitir moneda propia. Otra opción que plantea Quintero es la creación de una moneda virtual basada en el patrón oro, aprovechando que se está extrayendo ese mineral en Donoso, “se le puede pedir a la minera un porcentaje en oro para asegurar mayor soberanía monetaria”.
Y es que las políticas de ajuste implementadas por el Consenso de Washington generan conflicto de por sí, porque se traducen en retracción del gasto público, el que afecta siempre a los más vulnerables. Otra opción, destaca el economista consultado, es que los ciudadanos entre ellos mismos creen su propia moneda a través de cooperativas, que es posible, señaló.
El Canal de Panamá solo acepta pagos en dólares estadounidenses, cuyos riesgos financieros por fluctuaciones de tasas gestiona en parte con instrumentos financieros y permutas de precio de diésel. En 2021, Estados Unidos se fijó como el primer usuario de la vía por carga transitada, seguido de China. Rusia estuvo en el décimo noveno lugar por toneladas largas transitadas ese año.
Para el sociólogo y catedrático universitario Enoch Adames, las políticas neoliberales posinvasión, dominantes en lo interno, surten su efecto también en lo externo, lo que “hacen dependientes nuestras políticas comerciales de tratados desventajosos y definen como superflua toda iniciativa tendiente a afirmar nuestra autodeterminación política”. Y va más allá. Adames advierte que el actual contexto, el concepto de autodeterminación “es un concepto vacío”.
La portavoz del gobierno estadounidense insinuó que India estaría “del lado equivocado de la historia” si no condenaba públicamente y se unía a las sanciones contra Rusia por su invasión a Ucrania, sanciones que ni siquiera Alemania y Japón han podido implementar en la práctica por temor a destruir su mercado productor. En este contexto, la pregunta que deberíamos hacernos acá, más allá de estar del lado correcto o no, sería si realmente es Panamá quien está escribiendo este capítulo de su historia.