Depresión, una enfermedad invisible que puede afectar a adultos, adolescentes y niños
Salud Mental en Panamá
La depresión puede presentarse a cualquier edad, por lo que es importante no estigmatizarla
Cerca del 58% de los adultos reportó alguna desmejora en su salud mental a raíz de la pandemia
En un informe realizado por la Unicef, se evidenció que 1 de cada 7 adolescentes de 10 a 19 años, a nivel mundial, ha sido diagnosticado con un trastorno mental
Ciudad de Panamá, Panamá/A nivel mundial existe una enfermedad que a diario afecta a millones de personas y que su impacto, además de manifestaciones, pueden variar de forma significativa de acuerdo con la edad del individuo.
Existen ocasiones en las que se manifiesta en los seres humanos al presentar una sensación de agotamiento constante, una inexplicable tristeza interna que parece no tener fin o una impresión de no tener esperanza en la vida. Algunos inclusive intentan ocultarla, desconociendo que esta puede desencadenar consecuencias devastadoras si no es tratada de forma oportuna.
Se trata de la depresión que, pese a ser una enfermedad mental común, muchos desconocen que algunos de estos signos pueden estar ligados a ella y padecerla sin saberlo. Una enfermedad invisible que puede afectar a cualquier persona, sin importar la edad, género o estatus social.
Comprendiendo la depresión
En exclusiva para TVN-2.com, Cristóbal Nieto, psicólogo clínico en el Instituto Nacional de Salud Mental (Insam), señaló que la depresión es una enfermedad fisiológica a nivel emocional que genera síntomas a nivel cognitivo, emocional y físico.
“Usualmente tendemos a subestimar esta enfermedad como simple tristeza o problemas en el temperamento del carácter. Es una enfermedad que tiene componentes físicos que, si no se trata, puede llegar a causas fatales”, agregó Nieto.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que más de 264 millones de personas en todo el mundo padecen de depresión.
“Luego de la pandemia observamos que la población, de una u otra manera, empezó a generar síntomas ligados con el estado emocional como pesadillas, insomnio, pérdidas, duelos, patrones depresivos, problemas de angustias, entre otros”, indicó el psicólogo clínico.
Las causas de la depresión en adultos son multifacéticas y pueden incluir factores biológicos, genéticos, psicológicos y ambientales. Factores como el estrés crónico, experiencias traumáticas y cambios importantes en la vida, como la pérdida de un ser querido o un divorcio, también pueden desencadenar la depresión en adultos.
En ciertos casos, comienza con tener sentimientos persistentes de tristeza, pérdida de interés en actividades placenteras, fatiga, problemas de sueño y cambios en el apetito. Estos factores pueden interferir significativamente en la vida cotidiana y en las relaciones personales. Este trastorno mental se manifiesta de diversas formas, y los síntomas pueden variar en cada caso. Algunos de los síntomas comunes incluyen:
- Sentimientos de continua tristeza, ansiedad o vacío
- Pérdida de interés en actividades que con anterioridad eran consideradas como placenteras
- Cambios en el apetito y el peso corporal
- Problemas de sueño, como insomnio o hipersomnia
- Fatiga y falta de energía
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones
- Sentimientos de culpa o inutilidad
- Pensamientos de suicidio o autolesiones
Es importante destacar que no todas las personas con depresión experimentan todos estos síntomas, y algunos pueden experimentar síntomas adicionales no mencionados aquí.
“La depresión no es una enfermedad que surge de la noche a la mañana. Algunas de las causas de que se está registrando un aumento es los casos en que en la actualidad se está visibilizando más, aparte del nivel de estrés que lleva la misma sociedad”, dijo Nieto.
Según organismos internacionales, cerca del 58% de las personas reportó alguna desmejora en su salud mental a raíz de la pandemia; un aumento de 10 puntos en comparación con noviembre de 2020.
Depresión en la infancia
“La depresión infantil suele pasar desapercibida. Es más frecuente en la etapa de la adolescencia, sin embargo, también se puede ver en la niñez. Se suelen minimizar o ignorar los síntomas”, manifestó para TVN-2.com la psicóloga clínica, Stephanie Smith.
Pese a que en la actualidad existe una estigmatización de que este trastorno mental es una afección que solo afecta a los adultos, también puede presentarse en niños y adolescentes. La depresión infantil es una creciente preocupación a nivel mundial porque, si no es tratada de forma adecuada y a tiempo, puede tener efectos a largo plazo en el bienestar emocional y el desarrollo de los jóvenes.
Smith indicó que, a diferencia de la depresión en adultos, en los niños y adolescentes hay otros síntomas más frecuentes como la irritación, ira u hostilidad. Además de esto, también se pueden observar la siguiente sintomatología:
- En la primera infancia, puede presentarse rabietas, fobia escolar, enuresis (micción involuntaria)
- En la etapa escolar (desde los 7 años), se puede observar falta de concentración, disminución en el rendimiento escolar, trastornos del sueño, aumento o disminución del apetito
- En la adolescencia se suelen observar conductas más desafiantes y negativistas ante las normas, aislamiento social, problemas de autoestima
En la adolescencia se suelen observar conductas más desafiantes y negativistas ante las normas, aislamiento social, problemas de autoestima. Además, se podrían exponer a situaciones de riesgo como el consumo de alcohol y drogas. También se puede observar sentimientos de insuficiencia, autoagresiones y pensamientos relativos al suicidio.
En el informe “Estado Mundial de la Infancia 2021, En mi mente: promover, proteger y cuidar la salud mental de la infancia” realizado por la Unicef, se evidenció que 1 de cada 7 adolescentes de 10 a 19 años, a nivel mundial, ha sido diagnosticado con un trastorno mental. Según la encuesta en los hogares por la organización, el 32% de los niños, niñas y adolescentes en Panamá sintieron molestias en su salud mental a raíz de la pandemia por Covid-19. La depresión infantil puede ser causada por una serie de factores que varían en cada caso como el estrés familiar, la historia de abuso o trauma y problemas de salud mental previos.
“Lo primero es educarnos y aprender qué es de verdad la depresión infantil y la salud mental en general. El estigma se produce muchas veces por el desconocimiento y la vergüenza que puede surgir de esto. Está bien tener este tipo de conversaciones en la mesa. Ese mito de que a la hora de la comida no se habla de nada ‘desagradable’ es importante cuestionarlo. Este es el momento donde la familia está unida y abierta a escuchar. Si no sabes del tema, está bien comunicarlo e investigar juntos”, agregó Smith sobre como sociedad podemos contribuir a disminuir el estigma de la depresión infantil.
Prevención del suicidio: Una lucha colectiva
La depresión no tratada puede llevar a pensamientos y comportamientos suicidas. Su prevención es una responsabilidad compartida por toda la sociedad en su conjunto.
Identificación de Signos de Peligro
Es importante conocer los signos de peligro de suicidio, como hablar sobre la muerte, dar obsequios o despedirse de manera inusual, aislamiento social y cambios dramáticos en el comportamiento.
Comunicación abierta
Se debe promover una comunicación abierta y sin prejuicios con las personas que puedan estar en riesgo. Escuchar de forma activa y mostrar empatía puede marcar la diferencia
Ayuda profesional
En el momento que se tiene sospecha de padecer estas alertas o reconocer que una persona las presente, es de suma importancia acudir con profesionales de la salud mental calificados que puedan brindar el tratamiento adecuado y el abordaje que el caso lo amerite
Educación
La educación en salud mental en escuelas y comunidades puede reducir el estigma y aumentar la conciencia sobre la depresión y el suicidio. Es recomendable educarse para estar mejor preparados y ayudar de forma correcta a aquellas personas que así lo requieran
La depresión es una realidad que como sociedad no puede ser ignorada y que afecta tanto adultos como niños por igual. Todas las personas tienen un papel fundamental que desempeñar en la prevención sea miembro del círculo cero de la persona como amigos, familiares atentos o miembros activos de la sociedad.