Cosecha de lluvia: un mecanismo que busca abrirse camino ante la escasez de agua

Ciudad de Panamá, Panamá/A pesar de que las calles se inundan y los ríos sobrepasan sus capacidades de almacenar agua, Panamá, que ocupa el quinto lugar entre los países más lluviosos del mundo, enfrenta serios problemas de abastecimiento de agua potable en casi todo el país.

Según el Censo de Población y Vivienda, unas 300,000 personas no tienen agua potable en sus hogares de manera constante.

Tan solo hace una semana, el Ministerio de Educación se vio forzado a paralizar las clases debido a la falta de agua en el distrito capital producto de un fallo en la planta potabilizadora de Chilibre. No obstante, las protestas y cierres de calle debido a este problema se han vuelto muy comunes en casi todo el territorio nacional.

Para mitigar las afectaciones que sufren las escuelas, comunidades, comercios y producción agrícola debido a la escasez de agua, ya sea por factores climáticos o mala administración y distribución por parte del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), desde hace un par de años en Panamá se han iniciado proyectos de captación o cosecha de agua.

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De acuerdo con los datos del Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá (Imhpa), el país recibe una precipitación promedio que supera los 3,000 milímetros anuales, colocándolo entre los lugares con mayor pluviosidad global. Sin embargo, la cosecha de agua ha sido una estrategia poco explorada, porque la mayoría de los recursos se han concentrado en sistemas tradicionales como plantas potabilizadoras.

¿De qué se trata?

La técnica, que consiste en capturar y almacenar el agua de lluvia para su uso futuro, está ganando atención a nivel mundial por su potencial para optimizar el aprovechamiento de los abundantes recursos hídricos del país.

A nivel nacional se han instalado varios sistemas con ayuda de empresas privadas, organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales.

Uno de los Sistemas de Captación y Aprovechamiento de Agua Lluvia (Scall) de mayor alcance del que se ha conocido es el que se ubica en el Instituto Profesional y Técnico de Monte Lirio en Chiriquí, este proyecto fue gestionado por el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) con apoyo de la Unión Europea, el Fondo para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés), la Agencia de Cooperación Española y la FAO (Fondo de la ONU para la alimentación y la Agricultura). 

Jhonatan Rodríguez, técnico en Seguridad Hídrica de MiAmbiente, brindó nuevos detalles a TVN-2.com sobre los proyectos que se encuentran operativos y los que están próximos a ser implementados.

De acuerdo con Rodríguez, el Scall que se encuentra en Monte Lirio abastece a la comunidad educativo en las diversas necesidades que tiene el centro, pero además también sirve para consumo humano.

"Esto tiene una capacidad de almacenamiento de 75,000 litros, se instaló con un sistema de filtrado que purifica el agua haciéndola apta para el consumo humano. Los 75,000 litros abastecen la demandada total de la escuela tanto para consumo humano, limpieza de los baños, aseo, para un invernadero y toda la actividad agropecuarias que tienen en la escuela los estudiantes y digamos que ha logrado ese nivel de independencia y autonomía gracias al sistema de captación de agua lluvia", explicó Rodríguez.

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De momento, el Ministerio de Ambiente ha gestionado la instalación de siete sistemas de cosecha de agua en centros educativos de Coclé, Panamá Oeste y Chepo.

Rodríguez explicó que todas las instalaciones son de manera híbrida, es decir, que además de captar el agua lluvia, también puedan recibir agua del acueducto.

Sin embargo, estos tienen una capacidad un tanto menor, de solo 10,000 litros de almacenamiento que permiten a los centros educativos no depender, ni tampoco paralizar clases debido a la escasez de agua. Además, representa un ahorro ya que no se pagan facturas altísimas por servicio de suministro potable.

"Muy poco se utiliza digamos el llenado los tanques con agua de acueducto porque las escuelas inician en marzo, hasta diciembre que prácticamente es donde está la época lluviosa. Desde abril en adelante mientras los alumnos están en la escuela consumiendo agua, están los tanques rellenándose gracia a la lluvia ", indicó el técnico.

Estas centros educativos que cuentas con sistemas Scall son conocidas como "Escuela de Lluvia", y, la meta es seguir proporcionando estos mecanismos de autosostenibilidad a más centros escolares a nivel nacional.

En mayo de este año, fue inaugurado el más reciente sistema de captación de agua lluvia, el cual fue instalado en el C.E.B.G La Cabima, ubicado en Panamá Norte. El proyecto fue financiado a través de organizaciones y empresas privadas. El mismo beneficiará a una población de 2 mil 268 personas entre estudiantes, profesores y administrativos. Dicho sistema cuenta con una capacidad para recolectar entre 500 a 600 mil litros de agua de lluvia al año.

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Instalaciones en zonas rurales

El técnico detalló que, hace fue adjudicado un nuevo contrato para la instalación de 20 sistemas de cosecha de agua, los cuales serán implementados en corregimientos con altos índices de pobreza multidimensional en la comarca Ngäbe Buglé, una zona del país que no cuenta son servicios de agua potable eficientes para satisfacer las necesidades más básicas del ser humano.

"Antes de que culmine el 2024 estaremos iniciando las obras de instalación", agregó el experto.

Además, detalló que también se están creando los términos de referencia para iniciar una licitación e instalar sistemas en áreas protegidas para mejorar las condiciones laborales de los guardaparques y funcionarios de MiAmbiente y el público en general.

A pesar de que tenemos esos altos niveles de lluvia, podemos ver estos escenarios de escasez que se aprecian todos los días en las noticias. Es contrastante la realidad de que nos abunda el agua, pero no la tenemos en las casas", precisó.

Rodríguez reconoce que estos sistemas no son mecanismos que mitigan al 100% la escasez o la falta de lluvia, pero sí funcionan para disminuir la escasez de agua a nivel nacional. Los sistemas de captación de agua lluvia, explicó el técnico, pueden tener una vida útil de hasta 20 años con el debido mantenimiento.

Estos sistemas cobran relevancia al analizar el contexto de lluvias que se generan en la actualidad. Una mayor captación de agua lluvia en diversos entornos podría ayudar a disminuir los impactos negativos que ocasionan las lluvias torrenciales.

Según los informes climáticos de MiAmbiente, hace varias décadas podía llover entre 4 y 5 horas, y no había ningún tipo de situación irregular. Sin embargo, ahora, los registros indican que lo que llovía en 5 horas en el pasado, cae en una o media hora, y además causa serias afectaciones como caídas de árboles, deslizamiento de tierra, inundaciones urbanas y ríos o quebradas desbordados.