Conflictos armados y violencia, una radiografía del mundo en el Día Internacional de la Paz

Ciudad de Panamá, Panamá/"Es imposible acabar la guerra porque todos los esfuerzos son vetados por el agresor o aquellos que apoyan la agresión”, fueron parte de las contundentes declaraciones realizadas hace poco por el presidente de Ucrania, Volodímir Oleksándrovich Zelenski, en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En su discurso, Zelenski también expuso la situación que se vive en su país y diversas acciones preventivas en el momento que un Estado miembro de esta organización reporte una amenaza de agresión.

En un mundo moderno marcado profundamente por múltiples conflictos armados y la violencia, estas declaraciones de Zelenski llegan en el marco de las celebraciones del Día Internacional de la Paz. Una fecha que conmemora esa constante búsqueda por la paz mundial que cada día se transforma en algo difícil de obtener. 

Cada año, el 21 de septiembre, el mundo hace un alto a los conflictos y se une para conmemorar este día que busca promocionar la paz y la no violencia con el objetivo de reflexionar sobre los desafíos que enfrenta la humanidad en su búsqueda constante de un mundo más pacífico. Esta fecha fue establecida por la ONU en 1981 durante una Asamblea General y, desde entonces, se convirtió en un recordatorio de la necesidad de trabajar en conjunto como personas para prevenir conflictos, promover la reconciliación y construir un mundo en el que prevalezca la paz.

Deterioro en la paz

Pese a los avances tecnológicos, científicos y sociales, en diversas partes del planeta se mantienen las múltiples guerras y la violencia. Conflictos armados, terrorismo, crímenes de odio y persecuciones políticas son solo algunos de los claros ejemplos de la violencia que se vive.

"Todos sabemos que los hogares son los pilares de la sociedad. La paz es interrumpida mediante la violencia que inicia desde nuestros hogares. Cuando la madre y el padre maltratan a sus hijos y este provoca daño a terceros, en donde se van creando cadenas que interrumpen la paz. ¿Cómo fuimos formados? y ¿con qué tipo de cultura de paz nos formaron? Sabemos que la violencia genera más violencia. Desde ahí radica todo", es parte de las declaraciones emitidas por la activista en defensa de los derechos humanos de los niños, Lucy Córdoba, en exclusiva para TVN-2.com.

De acuerdo con recientes estudios realizados por el Instituto para la Economía y la Paz (Institute for Economics and Peace, en inglés) sobre el Índice de Paz Global (Global Peace Index, en inglés), destacan que el nivel promedio de paz global sufrió un deterioro del 0,42% en comparación con los registrados en 2022, en donde 79 países mostraron estos deterioros referentes a la tranquilidad.

El aumento de conflictos tanto regionales como globales, los disturbios civiles y la inestabilidad política son producto de esta disminución, que sería el año número 13 de 15 que se registra este declive. En el informe se detalla que los países con menor dominio de seguridad y protección se encuentran:

• Con un puntaje de 4.136, el Emirato Islámico de Afganistán ocupa la posición número 163
• En la posición 162, se encuentra la República de Yemen con un puntaje de 3.900
• La República Árabe Siria registró una calificación de 3.842, ocupando la posición 161
• En el caso de la República de Sudán del Sur, ocupa el puesto 160 de esta lista con una valoración de 3.835
• Por último, la República Democrática del Congo marcó un puntaje de 3.749 en donde ocupa el puesto 159

Sobre el dominio de conflictos en curso, los países que marcaron un mayor puntaje y las posiciones que ocuparon fueron:

• Puesto 163: República de Yemen con un puntaje de 3.486
• Puesto 162: Ucrania con una valoración de 3.470
• Puesto 161: República Árabe Siria con un puntaje de 3.460
• Puesto 160: Federación de Rusia con una valoración de 3.445
• Puesto 159: Emirato Islámico de Afganistán con un puntaje de 3.434

Conflictos armados

Una lamentable realidad que se vive en diversas partes del mundo son los conflictos armados y la violencia, mismas que han causado un gran sufrimiento humano, desplazamientos masivos y devastación a gran escala.

Pese a los diversos esfuerzos de distintos organismos y gobiernos para promover la paz, numerosas regiones aún se ven envueltas en luchas violentas y enfrentamientos armados. Algunos ejemplos de las regiones que en estos momentos se mantienen en conflictos son las siguientes:

Emirato Islámico de Afganistán

La situación en Afganistán ha generado una serie de desafíos y preocupaciones a nivel nacional e internacional. El 15 de agosto de 2021, los talibanes tomaron el control de la capital de Kabul, marcando el fin del gobierno y el retorno al poder de este grupo. A raíz de su cambio de régimen y la transición del poder después de la retirada de las fuerzas internacionales, las preocupaciones sobre el futuro de la región han aumentado.

Algunas de las principales preocupaciones sobre Afganistán son la estabilidad y la seguridad. Una de las promesas realizadas por este grupo al asumir el control fue establecer un gobierno más inclusivo y menos represivo. Sin embargo, durante los últimos años se han dado a conocer diversos incidentes de violencia y represión en todo el país.

En la actualidad, Afganistán se encuentra en el puesto número 163 del índice global sobre la paz con una puntuación de 3.448 y un estado de paz muy bajo.

República de Yemen

Por años, Yemen se ha visto sumergida en una guerra civil sin precedentes, siendo considerada incluso como una de las crisis humanitarias más graves en la actualidad. Los derechos fundamentales, incluido el acceso a la atención médica, se han visto gravemente afectados. Para el año 2015, se intensificó la situación cuando una coalición liderada por Arabia Saudita intervino de forma militar con el objetivo de combatir a los rebeldes hutíes, quienes habían tomado el control en diversas zonas del país como la capital de Saná.

Unas 233,000 personas muertas es lo que se estima, de acuerdo con diversas organizaciones, que ha dejado como resultado las múltiples condiciones que se viven en el país como la violencia, la hambruna y la falta de atención médica. A nivel mundial, el país es conocido por provocar uno de los mayores desplazamientos forzados con al menos más de 4 millones de personas.

En 2021, se logró un hito histórico en esta región sobre reanudar las conversaciones de paz y un acuerdo para cesar el fuego. Pese a ello, en la actualidad este país marca una puntuación de 3.35 sobre el índice de paz, ocupando así la posición 162 a nivel global. 

República de Sudán del Sur

En 2011, Sudán obtuvo su independencia. Sin embargo, la división entre dos etnias por la lucha del poder provocó un enfrentamiento político que para 2013 se convirtió en un conflicto armado.

De esta forma, se desencadenó una guerra civil que ha perdurado por más de una década. Cerca de millones de personas desplazadas y más de 400.000 personas, se estima el saldo que ha cobrado esta situación. Al menos 2.2 millones de personas se han desplazado a lo interno, de acuerdo con diversas organizaciones, mismas personas que se enfrentan a los desafíos de satisfacer sus necesidades básicas y la inseguridad.

Pese a que, en 2018, se firmó un acuerdo de paz revitalizado que llevó a la formación de un gobierno de transición, su ejecución completa es lenta y desigual, ocasionando una violencia esporádica persistente en algunas áreas. Con un puntaje del 3.221, Sudán ocupa el puesto 160 en el índice global de paz. 

Causas

Para comprender la radiografía de la paz mundial, es crucial analizar las causas profundas que perpetúan los conflictos. Si bien cada conflicto es único en su origen y dinámica, existen patrones recurrentes que alimentan la violencia a nivel global. Componentes como la desigualdad y la pobreza han provocado por décadas una enorme insatisfacción y agitación social, ocasionando que las poblaciones más vulnerables sean víctimas de esta violencia.

Otra de las causas de estos problemas recae en la ausencia del diálogo y la diplomacia. Una falta de voluntad para establecer un diálogo de paz efectivo puede conducir a un estancamiento en la resolución de conflictos. La carencia de confianza entre las partes involucradas dificulta cada vez más la búsqueda de soluciones pacíficas.

Para Córdoba, algunos factores que motivan estas difíciles situaciones son la desintegración familiar, la drogadicción, la deserción escolar y sobre todo las cadenas de violencia.

"Como fueron ellos formados, de esa forma, lo harán con sus hijos. Podemos hacer un alto, pero el resultado no se va a ver ahora. Nosotros como sociedad no solo vamos a poder darle un alto a esto, sino también las autoridades", agregó la activista.

Aumento de violencia en Panamá

Por décadas, Panamá fue un país tranquilo en donde no se observaban los actos de violencia que hoy en día ocurren, aseguró Córdoba, que también señala que la salud mental de las personas se vio comprometida luego de culminar el confinamiento por la pandemia de Covid-19.

“La salud mental es como nosotros canalizamos y manejamos nuestras situaciones y problemas día a día. En el caso de todos los problemas sociales que están en aumento, y seguirán así, es porque nosotros veníamos de una situación social crítica. No existe el amor propio, donde voy a dejar de ser yo para ayudarte a ti. No fuimos formados para mantener una cultura de paz”, manifestó Córdoba.

Con una valoración del 1.942, Panamá se encuentra en el puesto 68 en el índice global de paz, registrando un estado medio de esta posición. Sin embargo, en los últimos meses se ha reflejado un aumento alarmante en los casos de violencia, registrándose por días un asesinato diario en cuestión de horas. Cifras suministradas por el Ministerio Público reportan que, del 1 de enero hasta el 31 de agosto, en el país se han registrado 362 homicidios, siendo las regiones de Panamá con 137, San Miguelito con 72, Colón con 60 y Panamá Oeste con 32; las que más casos acumulan. 

Para la activista Córdoba, la normalización de la violencia se vislumbra como un problema para frenar esta situación.

Instó a la participación ciudadana. Agregó que las escuelas son la primera esperanza en temas de fomentar una cultura de paz y que la educación es fundamental para cambiar el rumbo del país.

“Estamos comprometidos con tener deberes, mismos que se les deben enseñar a la juventud. Si los hogares no están formados y concientizados en cuanto a formación en paz, dignidad, valores y principios; habrá un choque. Es el conjunto de toda una sociedad”, indicó. 

Acciones

Con el objetivo de mantener la paz, la ONU ha desarrollado diversas acciones. Una de ellas son las denominadas “Operaciones de Mantenimiento de la Paz” que, desde 1948, han ejecutado 71 de estas y en la actualidad 12 se mantienen en curso, según información publicada en su sitio web. 

Según la organización, estas misiones satisfactorias han contribuido al cese de conflictos y al fomento de la reconciliación en decenas de países, entre ellos Camboya, El Salvador, Guatemala, Mozambique, Namibia y Tayikistán. Además, indican que estas contribuyeron de forma real a mejorar la situación en otros lugares con misiones finalizadas hace poco o que por el momento se encuentran en curso, como las de Sierra Leona, Burundi, Côte d'Ivoire, Timor-Leste, Liberia, Haití y Kosovo.

En una gran parte de estas operaciones, se ofrecen garantías básicas de seguridad y responder a las crisis, mismas que han apoyado la transición política y contribuido a afianzar las instituciones de los nuevos Estados. 

En Panamá, por medio del “Proyecto Inspira” desarrollado en la provincia de Bocas del Toro, se fomenta una cultura de paz donde se concientiza a los jóvenes con el objetivo de prevenir la represión y puedan alzar su voz en el momento que observan cuando se desarrolla una situación de violencia. Con el lema "Más prevención para evitar la represión", el programa se realiza en conjunto con diversas autoridades, padres de familia y maestros para que, en un futuro, estos jóvenes cuenten con una formación y orientación de cómo solicitar ayuda. 

La paz no solo implica la ausencia de un conflicto armado o violencia. Por el contrario, es el compromiso activo de cada ciudadano con la justicia, la igualdad y el respeto por los derechos humanos.

Con el paso del tiempo, en la sociedad nos enfrentamos cada vez más cerca a los desafíos globales de este siglo, por lo que, encontrar la paz social se convierte en un objetivo de esperanza para crear un cambio y establecer un mundo mejor. Cada ser humano tiene un papel fundamental que desempeñar en la construcción de una sociedad más pacífica y justa.

La paz puede ser un objetivo alcanzable, si cada uno trabaja en conjunto con determinación y solidaridad.