'El compromiso de esta generación es con una nueva Constitución', asegura abogado
Para el abogado Álvaro Batista no habrá otro momento como éste para dar el paso e iniciar el proceso que establezcan las bases de un nuevo país, porque la población no aguanta más.
Los constantes escándalos de supuesta corrupción, la falta de certeza de castigo, la debilidad institucional en el sistema de salud y educación, además de la crisis sociopolítica que se agrava cada vez más han llevado a que el sentimiento de cambiar la Carta Magna que rige al país, con el deseo de tener un mejor mañana para las futuras generaciones, crezca cada día más.
Aunque en la última década se ha intentado cambiar las reglas del juego, la falta de voluntad política ha impedido concretar las intenciones de quienes se han dado a la tarea de levantar proyectos, llevarlos a consulta ciudadana y luego presentarlos en la Asamblea Nacional, donde han quedado archivados o simplemente no han rendido frutos por los cambios que realizan los diputados.
Pero esta vez aparece una nueva oportunidad, un llamado a una constituyente paralela, reglas que surjan de abajo para arriba, desde el pueblo, pero el camino para lograrlo no es fácil y está lleno de temores, pues hay quienes se preguntan si es este el justo momento para tomar las decisiones que regirán al país y si el remedio no termina siendo peor que la enfermedad.
Para el abogado Álvaro Batista no habrá otro momento como éste para dar el paso e iniciar el proceso que establezcan las bases de un nuevo país, porque la población no aguanta más. Manifestó que el sistema está compuesto de cierta forma que permite la componenda y se justifica la corrupción, la perpetuidad del poder Ejecutivo y la complicidad entre la Asamblea y el Órgano Judicial.
Batista está consciente que una nueva constituyente tal vez no terminé con la corrupción, pero sí considera que difundir el mensaje de temor de que una nueva constituyente traería un clima de desestabilidad y mensaje negativo al inversionista extranjero es falso.
“El inversionista extranjero no invierte en Panamá por la corrupción, porque no existen garantías de que se le va a respetar y que tendrá una justicia equitativa y este es el momento para solucionarlo”, indicó.
Continuó diciendo que una nueva constitución no es la solución final para los problemas, ya que hay que hacer cambios dramáticos en nuestra cultura, sobre todo en la clase política y en los sectores de poder.
“De la forma en que está previsto nuestro sistema, mientras la clase política gobernante sea consciente que las reglas de juego apadrinan la corrupción y la impunidad, que no hay certeza de castigo porque si en el Órgano Judicial se cometen faltas no hay que responder por ellas, si los diputados cometen faltas y no responden por ellas; si los empresarios inescrupulosos no tienen que responder por los delitos y continúa solo pagando el hijo de la cocinera no vamos a arreglar el problema de la impunidad y la corrupción en este país”, puntualizó Batista.
La idea de tener una nueva Constitución está impulsada por el agotado modelo en el que se escogen los diputados, la forma en que se nombran a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, al Procurador General de la Nacional y al Contralor de la República.
Batista cuestionó cómo es posible que quien tiene que fiscalizar la ejecución del presupuesto nacional es nombrado por el Presidente. “¿Cómo van ellos a fiscalizar y ejercer esas funciones de forma objetiva y con transparente si tienen que fiscalizar justamente a quien los nombra?” sostuvo.
Educar a la población será clave
Aunque muchos panameños podrían estar de acuerdo con cambiar la Constitución agobiados de los escándalos y la inequidad social, también son muchos los que desconocen cómo se realiza este proceso.
La constituyente paralela es uno de los mecanismos que existe en nuestro país para reformar la Constitución y puede ser convocada por decisión del Órgano Ejecutivo luego de ser ratificada por el Órgano Legislativo, también la puede convocar el Órgano Legislativo con dos terceras partes de sus miembros, o puede ser convocada por iniciativa ciudadana, en esta última centraremos el escenario.
La constituyente paralela convocada por iniciativa de la ciudadanía requiere el 20 % de las firmas del padrón electoral correspondiente al 31 de diciembre del año anterior a su solicitud, en este caso el padrón electoral al cierre del 2020 que serían 545 mil firmas que hay que recolectar dentro de seis meses. Una vez se logren las firmas le corresponde al Tribunal Electoral acoger la iniciativa y convocar la elección de 60 constituyentes.
Para Batista es necesario educar al país para que escojamos a los mejores 60 panameños que puedan participar de estas elecciones. El abogado citó la encuesta de Cid Gallup donde el 70 % de la población encuestada afirmaba que estaba de acuerdo con una nueva constituyente, sin embargo, el 70 % también desconocía qué es una constituyente.
“Qué curioso, tú le preguntas a la gente sabes qué es una constituyente y te dicen que no, pero le preguntas si estarían dispuestos a firmar y dicen que sí. Sabes por qué esta respuesta, porque el país requiere un cambio, entonces no saben que es una constituyente, pero firmarían lo que sea para que las cosas cambien en este país, ese es el mensaje que están enviando”, expresó.
El camino a la constituyente
Álvaro Batista explicó que, a partir de mayo, cuando inicia el proceso, se contará con seis meses para la recolección de firmas, o sea, hasta noviembre. Luego de entregar las más de 500 mil firmas al Tribunal Electora, entonces se convoca a la constituyente donde se concederán 9 meses para que se postulen los constituyentes y se conozcan sus perfiles, para luego ir a la elección de los 60 constituyentes que conformarán la Asamblea Constituyente.
Esta Asamblea tendrá de seis a nueve meses para levantar el texto de la nueva Constitución Política aprobada y entregarla al Tribunal Electoral que deberá publicarla de inmediato en un boletín. Desde este momento se cuenta con un periodo de tres a seis meses para llamar al referéndum, de ser aprobada el Ejecutivo tendrá 30 días hábiles para publicarla en Gaceta Oficial y empezará a regir desde ese momento.
El abogado Batista concluyó reiterando que “el momento es ahora. Nuestra generación tiene un compromiso con el país. El compromiso de esta generación es con una nueva constitución y nosotros tenemos que empoderarnos de este reto”.
En los próximos meses los panameños se verán inmersos en una serie de debates que buscan establecer normas para el futuro en materia de salud con el diálogo de la Caja de Seguro Social, decisiones que tienen que ver con el acontecer social en general con el diálogo por el Bicentenario y de conseguirse las firmas, también tendremos que discutir y analizar las nuevas reglas que regularizarán a la población.