El colapso de Silicon Valley Bank: ¿un caso aislado o el primer dominó?
Economía en Panamá
Ciudad de Panamá, Panamá/La semana pasada ocurrió el segundo colapso bancario más grande en la historia de los Estados Unidos, aquel de Silicon Valley Bank (SVB), la más reciente caída bancaria de esta magnitud desde la de Washington Mutual, durante la crisis financiera de 2008. Entre las causas sugeridas detrás del tropiezo de SVB está la falta de previsión de sus gerentes, además de las recientes alzas de la tasa de referencia del sistema de la Reserva Federal estadounidense. Como los mercados accionarios cerraron el viernes, las consecuencias del colapso de SVB están momentáneamente pausadas, pero ¿qué sucederá mañana lunes? Y, ¿qué augura el caso para el resto de la economía estadounidense — y Panamá?
Contexto histórico
Silicon Valley Bank fue fundado en 1983 en San José, en el estado de California, ciudad que ha servido como el centro cultural, financiero y político de Silicon Valley —valle de silicona en inglés— un área caracterizada por la operación de empresas altamente sofisticadas de tecnología e inversión, que convierten a esta región en la tercera más rica del mundo en términos de producto interno bruto, después de la ciudad de Zurich, en Suiza, y Oslo, en Noruega. Adicionalmente, el valle se distingue por tener miles de nuevas empresas siendo creadas al año, algunas convirtiéndose en gigantes globales.
De hecho, uno de los primeros mercados que SVB determinó atender fue aquel de estas nuevas empresas —startups en inglés— que recibían sus fondos de inversionistas especulativos buscando retornos superiores a aquellos de los mercados tradicionales de valores. La estrategia de SVB fue proveer paquetes integrados de servicios bancarios, esenciales para la operación financiera de estos startups, lo cual les generó el capital necesario para entrar en los mercados de inversión. Durante su apogeo, SVB sirvió a clientes de la magnitud de Cisco Systems —fundada en 1984, un año después que SVB— la cual tenía una capitalización de mercado para esos tiempos de $500 mil millones, más que Microsoft en ese momento.
A pesar de una fuerte expansión desde ese entonces, la empresa tambaleó durante la crisis financiera de 2008, recibiendo un paquete de ayuda del gobierno federal de $235 millones. Luego de recuperar su posición financiera, inició un nuevo periodo de expansión, el cual llevó a Silicon Valley Bank a convertirse en el banco de alrededor de 65% de todos los startups en Estados Unidos.
Y es precisamente ésta es la razón que genera una importante preocupación sobre el colapso de Silicon Valley Bank : el posible efecto de contagio.
El nuevo panorama económico
Ante altos niveles de inflación después de la pandemia del covid-19, llegando en algunas de las principales potencias de occidente a los dobles dígitos, los bancos centrales a nivel mundial han aumentado sus tasas de interés de referencia de forma significativa en un esfuerzo por poner un freno a la creación de nuevo dinero y su flujo internacional.
Al inicio del año pasado, por ejemplo, la tasa de referencia del sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos estaba en alrededor de 0.2%. Hoy está en alrededor de 4.5%. Eso es un aumento de más de cuatro puntos porcentuales —o 400 puntos base. Y con esa movida, la institución bancaria logró remover un millón de millones de dólares de la economía estadounidense en seis meses.
Para referencia, en una entrevista en Los Ángeles, California, la semana pasada antes del colapso, el presidente ejecutivo de Silicon Valley Bank , Greg Becker, indicó que la planificación de escenarios de riesgo del banco tan solo contemplaba movimientos de 100 hasta 200 puntos base.
Este nuevo alto costo del dinero está generando una estrechez de liquidez a nivel global que presentará a miles de negocios el reto de mantenerse operativos con una posible reducción en su flujo de efectivo. Y la caída de Silicon Valley Bank tan solo complicará el panorama para más de 60% de los startups estadounidenses que tienen fondos depositados en ese banco, hoy bajo el control de las autoridades bancarias de Estados Unidos. Un ejemplo notable: la empresa estadounidense Roku, manufacturera de reproductores digitales audiovisuales, fundada en 2008 y con más de 65 millones de clientes, tiene más de un cuarto de su efectivo y equivalentes de efectivo depositado en Silicon Valley Bank .
Para calmar a sus inversionistas, Roku emitió un comunicado indicando que con sus reservas de efectivo en otros bancos podían cubrir los próximos doce meses de planilla. Pero tal comunicación eleva la pregunta: ¿Qué pasará con las empresas que tenían la mayor parte de sus depósitos en Silicon Valley Bank ? Tal pregunta ha llevado a varios analistas financieros a poner en entredicho la capacidad operativa de miles de startups, no solo en Estados Unidos, sino en el resto del mundo: ya varias empresas en la India, por ejemplo, han indicado que la caída de Silicon Valley Bank podría afectar seriamente su solvencia a corto plazo.
Riesgo concentrado
Durante la pandemia del covid-19, se especula que el confinamiento de las personas en sus hogares causó un fuerte incremento en la demanda de servicios tecnológicos y digitales. Y esta demanda se vio reflejada en el valor de muchas empresas inmersas en este mundo. En el periodo entre inicios de 2020 y finales de 2021, la acción de Amazon saltó de alrededor de $90 a $170, la de Netflix de $380 a $680 y la de Zoom de $70 a $400, por dar tres ejemplos.
A pesar del pensamiento de muchos analistas de que lo que se percibía era "un nuevo normal" de crecimiento robusto del sector tecnológico y digital, la apertura posterior a la pandemia rápidamente corrigió esa percepción, con una dramática contracción de la demanda en estos sectores. De hecho, las acciones de todas las empresas antes mencionadas han visto una reducción significativa, con la acción de Amazon cayendo 36% en el último año, aquella de Netflix perdiendo 11% de su valor y la de Zoom, un 30%.
Esta contracción afectó a Silicon Valley Bank , que para ese tiempo ya se había especializado como el banco predilecto de las empresas tecnológicas, convirtiéndose en el dieciseisavo banco más grande de los Estados Unidos, con depósitos por $175 mil millones, para referencia, el equivalente a casi tres veces la economía de Panamá.
Esta contracción del mercado tecnológico, apilada sobre inversiones de alto riesgo por el banco, sellaron el destino de Silicon Valley Bank. Poco a poco, inversionistas y depositantes comenzaron a retirar su dinero del banco por temor a que el mismo no pudiera sobrevivir en el nuevo ambiente de altas tasas de interés, lo cual rápidamente se convirtió —como es el caso de un sinnúmero de corridas bancarias— en una profecía auto-cumplida, llevando a más retiros, minando las reservas del banco.
Todo esto culminó en la mañana del viernes pasado, cuando agentes del sistema de la Reserva Federal y la Corporación Federal de Seguros de Depósito —que asegura los depósitos bancarios en todo el país hasta los $250 mil— entraron a las oficinas de Silicon Valley Bank para revisar sus libros —práctica que data desde al menos los bancos florentinos del renacimiento, con la capacidad de fiscalizar los documentos financieros de los distintos gremios. Ya para la tarde del viernes, Silicon Valley Bank quedó bajo la administración de la aseguradora federal, la cual, se espera, buscará vender los activos del banco a partir del lunes para compensar a los depositantes con cuentas hasta por $250 mil.
El problema es que estas cuentas representan menos del 5% de los depósitos del banco. La mayor parte son cuentas por encima de este monto, por lo que no se beneficiarán de una protección federal, poniendo en riesgo no solo el sector tecnológico en California, sino en todas partes del mundo, lo que ha puesto en rojo los indicadores financieros a nivel internacional, con los demás bancos estadounidenses perdiendo $100 mil millones en capitalización de mercado durante la última semana. Y muchas de las empresas depositantes de Silicon Valley Bank ya están preocupándose sobre cómo pagarán la quincena del próximo 15 de marzo.
Pero, ¿cómo afecta esto a Panamá?
Secuelas locales
El colapso de Silicon Valley Bank, en sí, no promete tener mucho impacto en la economía nacional, pero el cambio en el panorama económico global que llevó al colapso, sí. En particular, Panamá se está enfrentando a una nueva realidad de tasas bancarias moderadamente altas, algo que no ha visto en más de una década, siendo caracterizados los años desde la devolución del Canal de Panamá por tasas relativamente bajas.
Como el caso de Silicon Valley Bank ilustra, el aumento del costo del dinero pone en duda la viabilidad de muchos modelos de negocios, los cuales se enfrentan ahora a flujos de efectivo más delgados. A diferencia de Estados Unidos, Panamá no tiene una aseguradora de depósitos, ni un prestamista de última instancia, lo cual ha hecho a los bancos panameños relativamente conservadores, protegiendo el sistema financiero local de los vaivenes económicos globales, pero a la vez limitando su posible crecimiento.
La estrechez financiera puede causar un mayor conservadurismo en la banca panameña, lo cual dificultará la capacidad de los panameños y panameñas de enfrentar las vicisitudes de la vida económica. Según estudios de la Superintendencia de Bancos de Panamá y de la base pública de datos El Tabulario, ciertas tasas bancarias panameñas demuestran una correlación con aquellas de los Estados Unidos y, en esos casos, el efecto se ve demorado por un periodo, en promedio, de seis meses. Considerando que la tasa de referencia del sistema de la Reserva Federal superó el 3% en octubre del año pasado, se puede esperar ver el inicio del impacto alrededor de abril próximo.
Desde el regreso del Canal de Panamá, un motor fundamental de la economía panameña a inicios del siglo corriente, la nación no ha experimentado aún un panorama de tasas altas en la condición económica en la que se encuentra hoy día, posterior a la crisis sanitaria y económica del covid-19. Y el gobernador del sistema de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha dicho que, dependiendo del nivel de inflación, se estaría considerando subir la tasa de referencia por encima del 5%.
Mientras tanto, ¿Qué pasará con Silicon Valley Bank? ¿Producirá la caída de este banco un efecto de contagio que podría afectar a la economía global? O, ¿es el sistema bancario estadounidense más robusto que en 2008 y podrá limitar las consecuencias de esta sacudida financiera?
Como los mercados abren de nuevo mañana lunes, literalmente amanecerá y veremos.