Casos de tuberculosis podrían aumentar en las comarcas en 2023

Enfermedades en Panamá

“En 2023 estaremos viendo la aparición de casos de tuberculosis en las comarcas, que fueron infectados durante el 2021”, dijo el presidente de la OPA, Amador Goodridge.  

La pandemia mermó la atención y prevención de la tuberculosis.

Foto ilustrativa: Estudios científicos
Foto ilustrativa: Estudios científicos / AFP
Urania Cecilia Molina - Corresponsal Digital
27 de octubre 2022 - 06:04

Cualquier paciente en tratamiento contra tuberculosis gasta en promedio de $373 hasta $2,273, pero el 10% no tiene recursos económicos para afrontar estos gastos. Lo bueno es que en las instalaciones de salud todo el abordaje es gratuito.

La llegada del virus SARS- CoV-2, responsable de la pandemia de Covid-19, afectó negativamente los programas de atención y prevención de enfermedades crónicas e infecciosas como la tuberculosis (TB), la cual es causada por la bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis que ataca principalmente a los pulmones.

Aunque se trata de una enfermedad prevenible y curable, los datos de la Organización Mundial de la Salud, por ejemplo, dieron cuenta de que diariamente unas 4,000 personas mueren en el mundo por esta causa y en ese mismo periodo otras 30,000 se infectan. Una realidad de la cual no escapa Panamá con 1,235 infectados el pasado 2020 y otros 924 más en el 2021.

Las cifras globales revelaron que durante el año más crudo de la pandemia de Covid-19 (2020) 9.9 millones de personas se infectaron de tuberculosis y 1.3 millones murieron, una buena parte de los fallecidos (214, 000) portaban el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

En Panamá, el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de la Contraloría General de la República, en su informe sobre causas de defunciones, detalló que el pasado 2020 murieron por tuberculosis 147 personas, 91 hombres y 56 mujeres.

Efecto de la Covid-19 en la atención, prevención y cuidado de la Tuberculosis

El presidente la Organización Panameña Antituberculosa (OPA), Amador Goodridge, reconoció que la pandemia de Covid -19 afectó la labor que como sociedad civil realizan en la prevención y cuidado de la tuberculosis, pero no todo fue malo porque hubo una reducción en el número de nuevos enfermos.

Goodridge mencionó la interrupción prolongada de acceso a los sistemas de salud como uno de los aspectos que impactaron negativamente en los trabajos que desarrollan porque esta paralización trajo consigo la incapacidad para hacer nuevos diagnósticos, los cuales son gratuitos, tratamientos o dar soporte nutricional a las personas que padecen de esta enfermedad. 

No obstante, aseguró que el uso obligatorio de las mascarillas evitó que personas enfermas contagiaran a “una buena parte” de la población susceptible, lo que contribuyó a que el pasado 2020 se presentaran menos casos de esta enfermedad. Según expresó Goodridge hubo una reducción de entre 35 y 40% de enfermos. Añadió que esta disminución sustentó la importancia de utilizar mascarilla, por lo menos en hospitales y lugares con mucha concentración de personas. 

Las estadísticas del Ministerio de Salud (Minsa), en relación con la aparición de casos de esta enfermedad, revelaron que el pasado 2020 hubo 1,235 enfermos, mientras un año después la cifra llegó a 294.

Comarcas indígenas: Población vulnerable, pero no la única

Un informe del Minsa, del pasado 2018, dio cuenta de que la TB y el VIH, estaban considerados como un “serio problema de Salud Pública”: Una situación que empeora cuando una misma persona porta las dos infecciones y además enfrenta otras situaciones de vulnerabilidad como es vivir en pobreza multidimensional como ocurre con los pobladores de la comarca.

No obstante, hasta el momento se desconoce el impacto que la falta de acceso a los servicios de salud públicos tuvo en la detección de nuevos casos de esta enfermedad sobre todo en las áreas comarcales porque se trata de una enfermedad que durante sus primeras etapas no presenta ningún tipo de síntomas.

En ese sentido, Goodridge, informó que esta enfermedad tiene un periodo silencioso en el cual no da síntomas o evidencias clínicas. Esta etapa, explicó el también investigador de Indicasat-AIP, dura aproximadamente dos años, es decir, señaló, que luego de la infección, se va a observar la reactivación de la enfermedad, en al menos el 10% de las personas, hasta 24 meses después de la exposición. “En 2023 estaremos viendo la aparición de casos de tuberculosis en las comarcas, que fueron infectados durante el 2021”, dijo.

Por otro lado, expresó que la provincia de Panamá se mantiene en el primer lugar en casos de tuberculosis, por lo que abogó por la realización de un estudio detallado de cada factor de riesgo, debido a que aunque la pobreza influye no es el único detonante de la enfermedad.

La migración interna hacia ciudad capital, favorece la aparición de hotspot de la tuberculosis en los hogares que sufren de pobreza urbana, es decir en familias que viven en la ciudad, el hacinamiento y malnutrición les debilita su sistema inmunológico e impulsa la aparición de tuberculosis u otras enfermedades infecciosas”, indicó Goodridge

Agregó que la combinación VIH y TB es el "caldo de cultivo perfecto” para el desarrollo de la enfermedad, pero no es el único porque también se presenta en familias con mayores ingresos.

“La tuberculosis se mantiene asociada al VIH y a la pobreza, sin embargo, en nuestro país se observa el [mismo fenómeno] que ocurre en grandes ciudades con acceso suficiente al sistema de salud, con distancias relativamente cortas, [pero se presentan casos de esta enfermedad]. En ese sentido, indicó que la ciudad de Panamá es un ejemplo de esta situación porque a pesar de tener más facilidades para acceder a los servicios de salud públicos ocupa mantiene una importante aparición de casos 

De hecho, un reporte del Minsa, colgado en su página web, dio cuenta de para el pasado mes de febrero se habían confirmado 17 casos de esta enfermedad, mientras existían 40 sospechosos, 61.4% del sexo masculino y 38.6 % femenino.

Los enfermos residían en los corregimientos de Calidonia, 24 de Diciembre, Ancón, Bella Vista, Curundú, Pueblo Nuevo, Santa Ana, Veracruz, Río Abajo, Juan Díaz, Las Mañanitas, Pedregal y Tocumen.

El corregimiento de Calidonia mantenía hasta la fecha 17 casos sospechosos.

Para Goodridge la aparición de casos en la capital del país, donde llegar a las instalaciones sanitarias es más fácil, demuestra que existen otros factores que deben ser determinados. Una hipótesis que manejan es que existe una falta de conocimiento y alerta de la comunidad de los mecanismos de transmisión e infección de la tuberculosis.  

Resulta importante la educación de la población para el reconocimiento de los síntomas de forma temprana que sugieren tuberculosis. Además, es necesario eliminar los mantos de estigmas y discriminación que existe sobre los individuos que son diagnosticados con la enfermedad. Finalmente, es importante distribuir los conocimientos sobre los recursos disponibles de forma gratuita para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad”, indicó.

Añadió que hay que desarrollar de manera urgente una comunicación afectiva con la población. En ese sentido, indicó que el Minsa y la Caja de Seguro Social poseen una estrategia de comunicación, al igual que organizaciones de la sociedad civil que trabajan para la prevención combinada del VIH, sin embargo, falta que la empresa privada se involucre para que a lo interno de sus organizaciones se promueva el diagnóstico temprano. 

Por otro lado, Goodridge destacó que el tratamiento que se les administra a una persona con tuberculosis puede considerarse un “gasto catastrófico”. Se refirió a un estudio que realizaron bajo ese nombre la universidad El Valle de Colombia y el Indicasat-AIP en Ciudad del Saber, el cual reveló que en general, cualquier paciente en tratamiento contra tuberculosis gasta en promedio de $373 hasta $2,273.

El mismo estudio, detectó que por lo menos el 10% de los pacientes en tratamiento de esta enfermedad no posee ingreso alguno, de tal forma que cualquier gasto que incurran, se convierte automáticamente en gastos catastróficos, lo que para el investigador de Indicasat-AIP es una muestra de la necesidad de implementar programas para mitigar los gastos “catastróficos” de pacientes en tratamiento. 

La página web de la OPA (www.opatuberculosis.org), la cual cumple70 años de trabajo continuo para prevenir e informar sobre esta enfermedad, además de apoyar a los enfermos, advierte a la población la necesidad de buscar ayuda médica en caso de presentar los siguientes síntomas:

  • Tos intensa que dura tres semanas o más
  • Dolor en el pecho
  • Tos con sangre o esputo (flema que sale desde el fondo de los pulmones)
  • Debilidad o fatiga
  • Pérdida de peso
  • Falta de Apetito
  • Escalofríos
  • Fiebre
  • Sudores nocturnos
  • Malestar general

 

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