Caserones condenados, casas de nadie

En plena ciudad de Panamá proliferan las casas condenadas y dentro de ellas personas que se juegan la vida ante el peligro de sus estructuras. Las historias de sus residentes, nos muestran la otra cara que hay detrás de esas paredes.

Caserones condenados, casas de nadie / Kayra Saldaña
Kayra Saldaña - Periodista
24 de agosto 2023 - 13:02

Ciudad de Panamá, Panamá/¿Qué es una casa condenada? ¿Cuántas hay en la ciudad de Panamá y quiénes determinan las condiciones que la hacen inhabitable? 

Las respuestas nos la comparte el ingeniero civil Ramiro Vargas, del Centro de Ingeniería de la Universidad Tecnológica de Panamá. Explicó que por ley le compete al Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot), quienes en conjunto con el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) y técnicos de la UTP realizan una serie de evaluaciones estructurales de los inmuebles.

A Vargas le preocupa que cuando se declara condenada, el edificio puede colapsar en cualquier momento, y teme por la vida de las personas que siguen viviendo alli.

"Son viviendas que fueron construidas hace mas de 60 años", según el historiador José Álvaro de la Universidad de Panamá. Allí vivieron los primeros pobladores que trabajaron en la construcción del canal y posteriormente las habitaron personas que venían del interior del país como inquilinos. Lamenta que junto a sus viejas estructuras se esté perdiendo nuestra esencia, nuestra música, nuestra historia y que no habrá qué contarle a las futuras generaciones.

Caserones condenados en Pueblo Nuevo

"De aquí nadie me saca"...

Pueblo Nuevo es uno de los corregimientos más antiguos de la ciudad establecido el 9 de septiembre de 1895. Y aunque hoy es una zona urbana comercial e industrial, tiene sectores muy marcados por problemas sociales como la delincuencia, el desempleo y la escasez de viviendas dignas.

Llegamos a la casa 4177, ubicada detrás de la piscina municipal Carlos Lee. Un viejo inmueble condenado, sus paredes y pisos son testigos del tiempo transcurrido, losas deterioradas y un techo que podría caerles en cualquier momento. Aún así sus 44 cuartos están habitados. 

Middlesik Mina lleva toda una vida allí y dice que antes pagaban una mensualidad pero como condenaron la casa en 2014, ya dejaron de cobrarle desde el 2016. Ella es consciente de lo peligroso de sus estructuras. Cuando llueve se mete el agua y los baños ya no sirven. Agregó que en el 2019 el Miviot les prometió un proyecto de vivienda justo en el mismo lugar, hasta le enseñaron la maqueta, pero nada ha cambiado.

Así como Middlesik se ha quedado esperando una promesa incumplida que llegó de la mano de las autoridades y que la pandemia se llevó, encontramos a Janeth Becker.

El 4510 es otro caserón condenado en Pueblo Nuevo. Allí ni el sistema sanitario funciona, tienen unas tuberías improvisadas que se tapan constantemente.

"¿Por qué no ve voy de aquí? Nos dice Janeth y ella misma responde a esta interrogante "porque no tenemos dónde ir, yo no trabajo y el salario de mi esposo no da para poder sacar un préstamo para una casa". Además, señala molesta que, los tienen olvidados porque Pueblo Nuevo a su juicio es el único sector de la ciudad que no tiene viviendas para personas con bajos recursos.

TVN Noticias consultó al Miviot cuál era el status de estos caserones.

Virginia Miranda, de la Dirección Nacional de Desarrollo Social del Miviot responde señalando que tienen un censo previo de Pueblo Nuevo, pero que se comprometían en investigarnos la información actualizada del mismo, ante la interrogante que surge con este reportaje.

Crece la informalidad

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo en 2021 había 677,875 trabajadores informales cifra que creció en 2022 a 737,922 trabajadores informales. Una variable que condiciona el acceso a una vivienda digna, sin empleo formal, la oportunidad a un préstamo hipotecario, es solo un sueño.

Son inmuebles sin mantenimiento donde sus propietarios abandonaron la vivienda a su suerte, al igual que a sus inquilinos. La poca rentabilidad y la especulación de la tierra podría ser uno de los motivos.

El arquitecto José Isturaín opina que en ocasiones los dueños de estos terrenos esperan poder venderlos en un futuro a un mejor precio. Y cuestiona que el gobierno no tome la decisión de ocupar espacios en la ciudad para construir mejoras habitacionales que sean accesibles para todos.

Tanto Janeth como Middlesik consideran que habitan en una zona privilegiada, al contar con agua y luz. Es céntrico y está cerca del metro. Aunque estén en condiciones de hacinamiento y en un ambiente insano.

¿Qué hace que una persona viva así? Para entender este flagelo social fuimos a buscar respuestas al departamento de Sociología de la facultad de humanidades de la Universidad de Panamá.

El sociólogo Enoch Adames dice que en parte se deba a la falta de planificación urbana. Además, el 50% de la población trabajadora es informal y no tiene de donde para aspirar a una vivienda digna.

El índice de pobreza multidimensional en Panamá está en 19%. Uno de los factores determinantes es la vivienda, en términos de acceso a servicios básicos y la precariedad de los materiales que la conforman.

Sin poder avanzar quedan atados a la desesperanza, por no contar con suficientes recursos para aspirar a una mejor vivienda.

Virginia Miranda del Miviot explicó que es un tema complejo. La entidad no tiene poder coercitivo contra los dueños de los inmuebles. Razón por la cual sólo pueden intervenir en terrenos que sean del estado o del Banco Hipotecario. Mas no en terrenos privados condenados donde sus dueños sólo esperan que los inquilinos desalojen. Pero por otro lado también hay personas que se niegan a salir del barrio.

Los adultos mayores son la otra cara de este problema social

En el barrio del Chorrillo hay 38 caserones condenados. Uno de ellos es la casa Chesterfield y Eliécer es uno de sus residentes más antiguos.

"Antes yo pagaba y derrepente ya no vinieron a cobrar más, no sé qué pasó", con tristeza nos cuenta Eliécer como antes su hogar era muy diferente. Ahora están en peligro por el deterioro del caserón y el quiere irse de allí, pero no puede.

Solo tuvo una hija y la perdió el año pasado, no cuenta con jubilación , trabajó en la informalidad y ahora su sustento es 120 a los 65.

En Panamá la carencia de una vivienda digna es un mecanismo reproductor de la pobreza. Un sector importante de la población, sin ingresos suficientes o en la informalidad, sin acceso al crédito hipotecario, se ve obligado a vivir en condiciones inseguras en caserones insanos, sin servicios básicos.

Las casas condenadas son casas de nadie, y quienes se quedan en ellas terminan condenadas a vivir entre la desidia de las autoridades y el peligro constante de sus viejas estructuras.

Informe casas condenadas o abandonadas en la ciudad capital

  • Santa Ana 26
  • Chorrillo   38
  • San Felipe 18
  • Calidonia 12
  • Pueblo Nuevo tiene 5
  • Parque Lefevre 6
  • Juan Díaz 3
  • San Francisco
  • Bethania 5

Y a la espera de resolución para ser declaradas inmueble condenado hay 26 edificaciones.

Un poco de color

Los viejos caserones representan la parte olvidada de la ciudad , pero hay proyectos que pueden cambiarle la cara al barrio , generar ingresos económicos y aportar educación de una forma divertida como "A Prender Tu Mente".

Y es que con un poco de color se puede levantar el ánimo de sus residentes. Y es lo que ha hecho un grupo de artistas emergentes que se encuentran pintando paredes de varios edificios en la ciudad capital con mensajes educativos. "Iniciamos en Santa Ana para darle color y vida al barrio" explica Carlos Fraguela uno de los dueños del proyecto. 

Lejos de las viejas estructuras darle al barrio una nueva cara en un entorno digno que le de esperanza a sus residentes es un derecho, un derecho humano.

 

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