La Casa del Comandante y otros datos interesantes de la historia de Clayton
El fuerte Clayton operó a lo largo de 80 años como parte del conjunto de bases militares que EEUU mantuvo en la antigua Zona del Canal.
Una parte importante de la historia de Panamá está vinculada a las relaciones con Estados Unidos. La construcción del Canal de Panamá, la creación de la Zona del Canal y la posterior incorporación de estos territorios a la vida de los panameños son hechos que marcaron profundamente el imaginario colectivo de nuestra nación.
De allí la importancia de investigar y divulgar la influencia que esta narrativa ha tenido en nuestro devenir como sociedad.
Una destacada iniciativa en esta dirección es la Casa Museo (Centro de interpretación) de Ciudad del Saber que cuenta la particular experiencia de transformar una base militar en un centro en el que diversas comunidades intercambian conocimientos y experiencias para la generación de un cambio social.
Pero para llegar a ello es necesario desentrañar esa historia, darle valor, conocer cómo nos ha influenciado y qué podemos aprender de ella para entonces, aprovechar estos conocimientos y devolverlos a la sociedad para su beneficio.
La casa del comandante
El punto de partida se concentra en una casa construida en 1922 para el comandante del fuerte Clayton. El conjunto original de edificios de la base, incluida esta casa, fue diseñado por el arquitecto Samuel M. Hitt, el mismo que hizo el edificio de la Administración del Canal en Balboa y proyectó el hospital Gorgas en Ancón, que hoy alberga las oficinas del Ministerio de Salud.
El fuerte original tenía la simbólica forma de una herradura, ubicándose la residencia del comandante en la parte superior y central del conjunto. Otras 18 antiguas viviendas para oficiales se conservan hoy en la misma calle, que lleva el nombre de uno de los mártires del 9 de enero de 1964: Gonzalo Crance. Esta área se conoce como el Casco Antiguo de Clayton.
La antigua casa del comandante, que fue la última en construirse, es por sí misma un atractivo para quienes se interesan no solo por la historia de la arquitectura canalera sino por todo lo que representa para historia la construcción del Canal de Panamá.
De acuerdo con Eduardo Tejeira Davis en el libro Ciudad del Saber: Un legado en construcción, “Su casa [del comandante], situada en el mero eje de simentría, fue la última en construirse (en 1922) y la más tradicional en el diseño: parece el bungalow de un gran señor colonial en el África o Asia del siglo XIX, con su ancha veranda en tres costados y enorme techo, originalmente de tejamanil. La distribución interior es simétrica. En el centro se encontraban la sala y el comedor, y en cada flanco había dos dormitorios, unos en cada esquina”.
Esta casa, que se usó como la residencia oficial de los comandantes de Clayton entre las décadas de 1920 y 1940 es única en su tipo, ya que al haber sido diseñada para el comandante del fuerte era la única unifamiliar. El comandante y su familia eran los únicos que no compartían residencia con otros oficiales.
Originalmente tenía grandes ventanales de madera cubiertos con malla metálica para impedir la entrada de mosquitos. Con la introducción del aire acondicionado (cerca de la década de 1980), las ventanas originales fueron reemplazadas por otras de vidrio y aluminio.
Los edificios del fuerte Clayton original corresponden a la etapa neoclásica de la arquitectura militar zoneíta, comparable a lo construido en los fuertes Grant y Amador a partir de 1913.
El resto de las casas del conjunto, 19 en total estaban destinadas para los demás oficiales y de acuerdo con Tejeira se parecían mucho entre sí.
“Las fachadas principales, estrictamente simétricas fueron engalanadas con pilastras grecorromanas. Las más señoriales eran las casas de los tenientes: las pilastras son de doble altura, y detrás de las mismas había largas verandas, protegidas con malla metálica. En las casas de los field officers y capitanes, más pequeñas porque solo contenían dos apartamentos, la escala es más íntima y el ritmo de las pilastras más irregular”, describe Tejeira.
Su aspecto actual difiere bastante del original, puesto que sufrieron importantes modificaciones a lo largo del tiempo. Los porches desaparecieron y se achicaron los vanos para adaptarlos a nuevas ventanas de paños corredizos, se reemplazaron los techos (cambiándose la teja por láminas de zinc) y se instalaron sistemas de aire acondicionado, todo esto entre las décadas de 1970 a 1980.
El surgimiento de un museo
En 2010 Ciudad del Saber inició la rehabilitación del edificio. No se contó para ello con planos originales de la casa, pero sí con algunas fotografías del exterior. Con esta interveción se le devolvió su apecto original a la fachada frontal de la casa.
Se utilizó madera y vidrio para mantener la estética y amplitud de las ventanas, pero permitiendo la climatización moderna.
La casa está levantada sobre 69 pilotes a unos 90 centímetros del suelo, para separarla de la humedad y las alimañas.
Su techo, en los primeros años, estaba cubierto con tejamanil, el cual fue reemplazado por láminas de zinc posiblemente cerca a los años sesenta. Durante la restauración del año 2011 se le colocó una especie de teja asfáltica en láminas, lo que le da un aspecto muy parecido al de sus primeros años.
La casa está rodeada por un gran pasillo, llamado veranda o porche, que contribuía a que las estancias interiores se mantuvieran más frescas y secas. Esta especie de terraza también era usada como área social para atender visitas informalmente. Un dato curioso es que el piso de la veranda tiene una leve inclinación hacia afuera para facilitar que se el agua de lluvia.
Gran parte de la madera machimbrada en el techo de la veranda es la original. La distribución interior de la residencia era simétrica: el diseño de la casa era igual de un lado que del otro. En la parte central estaban la sala y el comedor; a cada uno de sus lados había dos habitaciones con su respectivo baño.
Los muebles de madera usados para la ambientación de la sala y el comedor son antigüedades o se mandaron a fabricar en base a diseños de la época. Ya que no se tienen planos o fotografías del interior de la vivienda, su usaron como referencias otras casas de la época de la Zona del Canal.
Actualmente, Ciudad del Saber utiliza en ocasiones la sala y el comedor para atender a invitados especiales. Los antiguos cuatro dormitorios se transformaron para albergar la exhibición, la biblioteca y un salón de reuniones.
La antigua pequeña recámara para el servicio doméstico se usa hoy para talleres y presentaciones. Entre el cielorraso y la cubierta de la casa hay un gran espacio que en su cumbre mide casi 2.50 metros. Esto ayuda a mantener la casa más fresca.
Una de las novedades de la reapertura a la Casa Museo es la presentación de una biblioteca conformada por la rica colección de obras sobre el tema canalero que pertenecieron al arquitecto Eduardo Tejeira Davis y que represetan la génesis de muchas investigaciones y publicacianos realizadas por el experto, entre ellas la rehabilitación de esta singular vivienda.
El fuerte Clayton y la defensa del canal
Como parte de su programa de defensa del Canal de Panamá, el Congreso de Estados Unidos autorizó en 1911 la creación de fortificaciones militares. Ese mismo año comenzaron a construirse baterías antiaéreas en lo que serían los fuertes de Amador y Grant en el Pacífico y Sherman, Randolph y De Lesseps en el Caribe.
Amador fue una de las primeras fortificaciones costeras del pacífico del Canal de Panamá construida alrededor de 1913 y bautizada con el nombre del primer presidente de la República de Panamá.
Tras el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914, Estados Unidos puso en marcha un plan de defensa más ambicioso. Esto incluida la creación en 1919 de los fuertes Clayton, frente a las esclusas de Miraflores y Davies, frente a las de Gatún.
El fuerte Clayton fue creado en 1919 por el presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson como parte de la Curundu Military Reservation.
La construcción de sus primeros edificios se inició en 1920, sobre los rellenos del Miraflores Dump y el primer destacamento en llegar fue el 33 de Infantería del US Army cuyo principal papel era proteger las entradas del canal, así como defender las esclusas.
El nombre se le puso para honrar al coronel Bertram Tracy Clayton, quien combatió en la guerra Hispano-Estadounidense de 1898 y entre 1899 y 1901 fue congresista por Nueva York. Fue Quartermaster (intendente a cargo de la logística y el equipamiento de la tropa) de las fuerzas armadas en la Zona del Canal entre 1914 y 1917. Murió en Francia durante un bombardeo Alemán en 1918.
Es importante destacar que en el apogeo de la Segunda Guerra Mundial, cerca de 65,000 soldados estadounidenses estaban estacionados en Panamá, más decenas de miles de empleados civiles y otro personal militar.
Guías para visitantes
Como parte de las iniciativas que desarrolla Ciudad del Saber para facilitar la experiencia de quienes visitan su campus está una guía digital, lanzada hace pocas semanas que desde un dispositivo inteligente facilita datos e historia de puntos claves.
A través de la app que se puede descargar de manera gratuita y en cualquier teléfono inteligente desde la plataforma IZI.travel, que se especializa en sitios turísticos, se tiene información sobre 17 puntos de interés dentro del campus, incluyendo la Casa Museo.
Por otra parte, acaban de publicar “un pequeño libro que cuenta la historia y transformación de la base militar y que complementa la museografía de la Casa. Estas dos nuevas herramientas para visitar Ciudad del Saber son una contribución a la bibliografía que tiene que ver con el tema canalero y las relaciones de Estados Unidos a través de la guía”, señaló Mariana Núñez, vicepresidenta de Comunicación de Ciudad del Saber.
La Casa Museo puede visitarse a partir del 1 de junio de miércoles a sábado en horario de 11 de la mañana a 6 de la tarde.
Para información sobre las actividades que se realizan en el campus visitar www.ciudaddelsaber.org y todas sus redes sociales.