Brucelosis, rabia paralítica bovina y gusano barrenador, ¿Qué está pasando con los controles sanitarios en Panamá?
Enfermedades en Panamá
Ciudad de Panamá, Panamá/Brotes de la rabia paralítica bovina, de la brucelosis, descontrol del gusano barrenador del ganado, expansión de la influenza aviar y denuncias de los avicultores sobre la importación de pollo congelado y descongelado, violando el Código Sanitario, forman parte del panorama que hoy día presenta la vigilancia sanitaria y agropecuaria del país.
No hay suficiente personal para atender todo esto, dijo una fuente del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida), que por razones obvias pidió reserva de su nombre, quien agregó que “estamos actuando como bomberos, lo cual es grave”.
Al ser consultado sobre el aparente relajamiento y la falta de coordinación entre las entidades gubernamentales encargadas de velar por la vigilancia sanitaria y agropecuaria del país, el ministro consejero de la cartera agropecuaria, Carlos Salcedo, dijo que “sí lo están pero…se escapa (sic)”.
“El tema es inocuidad”, señaló al referirse específicamente a la introducción de pollo congelado y descongelado denunciado por el sector avícola al que pertenece, señalando que esta tiene dos componentes: el área de producción, del cual aseguró que “no es el tema”, y el área del matadero hasta el consumidor, que “es el tema”, y que corresponde al Ministerio de Salud, “con un link que es aduana y la Acodeco (sic)”.
Al respecto, una fuente del sector comercial comentó que “no es por defender al Ministerio de Salud, pero antes están las inspecciones que deben hacer la recién creada Agencia Panameña de Alimentos (APA), el Mida y Aduanas, pero la realidad indica que no están coordinados”.
Añadió que todavía en los puertos no hay una definición clara del papel que deben jugar los funcionarios de esas instituciones. A manera de ejemplo, manifestó que esta situación ha provocado que desde el año pasado no se emitan las licencias respectivas para importar alimentos de mascotas, porque el Mida no ha terminado de hacer la parte que le corresponde, que es poner todo en línea.
Igual sucede con una empresa que no ha podido lograr que le aprueben su planta para traer la materia prima con la que elabora las hamburguesas que le vende a una cadena de comida rápida, añadió.
Mientras, la Asociación Nacional de Avicultores (Anavip) advirtió nuevamente que en el mercado local se están comercializando pollos congelados procedentes de Estados Unidos como si fueran frescos, en claro detrimento de la producción nacional.
La avicultura también está amenazada por la presencia de la influenza aviar, que fue descubierta en diciembre pasado en comunidades del norte de la provincia de Veraguas, donde se sacrificaron más de 1,500 aves de traspatio.
De la evolución actual de esta enfermedad, que es altamente contagiosa y que ya ha sido detectada en cuatro puntos del país, el ministro del Mida, Augusto Valderrama, dijo que “ya está controlada”.
Esto, pese a que la Organización Mundial de Salud Animal advierte que la temporada epidémica de la influenza aviar de alta patogenicidad continúa. Además de Panamá, Argentina, Bolivia, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Perú, Uruguay y Venezuela han detectado brotes en aves domésticas, de granjas avícolas y/o silvestres, y en mamíferos.
El aparente relajamiento de la vigilancia sanitaria y agropecuaria en el territorio nacional también tocó al programa de la Comisión Panamá -Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (Copeg), cuando en febrero de este año en menos de 21 días se detectaron 749 casos de la presencia del insecto en la provincia de Darién.
Además, se registraron otros 33 casos positivos en Pigandí, Catrigantí y Palmas Bellas, así como en los distritos de Chepo y Chimán, en la provincia de Panamá.
Desde el 2004 Panamá no registraba la presencia del barrenador, también conocido como “tórsalo”.
La Copeg es producto de un acuerdo cooperativo entre Estados Unidos y Panamá para la producción y dispersión de moscas estériles para evitar la reproducción del barrenador, insecto que perfora la piel de los animales salvajes, del ganado y de las personas.
En los campos panameños también se encuentra diseminada la rabia paralítica bovina, según dijo el presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan), Ovidio Saavedra, quien atribuye esta situación al abandono del programa de captura de los murciélagos hematófagos transmisores de esta mortal enfermedad.
Además de afectar a bovinos, porcinos, caprinos, equinos y ovinos, destruyendo su sistema nervioso central, la rabia paralítica bovina igualmente afecta a las personas que entran en contacto con estos animales.
Los ganaderos han podido paliar en algo el efecto negativo del creciente aumento de la población de murciélagos hematófagos vacunando a sus animales, que no mueren, pero las pérdidas en peso les está causando consecuencias económicas.
“Los equipos de captura que tiene el Mida no se dan abasto, además de que no tienen carros, ni viáticos, porque las capturas de los murciélagos hematófagos hay que hacerlas en las noches oscuras”, explicó un ganadero de la provincia de Coclé.
Agregó que se hace necesaria una campaña, así como armar una fuerza de tarea conjunta en todas las provincias para minimizar la población de vampiros a los niveles que se tenían antes de la pandemia.
En cuanto a la brucelosis bovina, se informó que está presente en la provincia de Chiriquí y paulatinamente se mantiene un programa de liberación de las fincas cuarentenadas.
La brucelosis es otra zoonosis que afecta al ser humano al ingerir leche y quesos no pasteurizados, y al estar en contacto con las secreciones que abortan los animales afectados.