El relato de los bomberos que se arriesgaron para salvar a una familia en Chiriquí
Este contenido forma parte del especial, "Eta, Testimonios de una tragedia"
El mal tiempo en la región occidente requirió de la rápida acción de los miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta, quienes desde que empezaron las lluvias realizaron labores de rescate, y evacuaron a moradores de comunidades vulnerables a inundaciones y deslizamiento.
Pero la situación no era fácil, la continuidad de las lluvias se prestaba para que durante estas maniobras un cerro se derrumbara o las quebradas y ríos se salieran de su cauce, justo como sucedió en Pueblo Nuevo de Hornito en Chiriquí, cuando una evaluación del lugar y entrega de alimentos se convirtió en una escena de rescate.
El 10 de noviembre, en horas de la tarde, un grupo de rescatistas, en el que se encontraba el sargento segundo del Cuerpo de Bomberos de Bocas del Toro, Samir Serrut, se acercó a esta comunidad a llevar ayuda alimentaria para quienes estaban afectados por las fuertes lluvias y la caída de la carretera.
Serrut detalló que la comunidad está ubicada en una especie de pendiente, y estando en el sitio fueron informados de que el puente había sido arrasado por el río y parte de la calle había colapsado.
“Cruzamos hacia la comunidad próxima a la quebrada para realizar evaluaciones, y al llegar nos percatamos de que había varias casas en riesgo, porque estaban a orilla de los deslaves causados por la crecida del río”, contó.
Pero el mal tiempo no daba tregua, mientras hacían las evaluaciones del terreno y las residencias, empezó a caer una fuerte lluvia lo que provocó que la quebrada nuevamente se creciera, agravando el riesgo.
Al ver que la situación podría empeorar, este grupo de rescatista decidió evacuar a las personas que estaban expuestas para ubicarlas en un sitio seguro.
“Empezamos a sacar a las personas cuando empezó a llover, encontramos una bodega que era utilizada para secar café que era bastante espaciosa, abrí la bodega, la inspeccioné y al ver que era segura entramos al lugar”, manifestó Serrut.
Recordó que, al principio, estas familias no querían abandonar sus casas ya que estaban convencidos de que no les pasaría nada, sin embargo, estando allí empezaron a ver como las paredes y pisos empezaban a rajarse, por lo que accedieron a ser evacuados.
“Luego de esto, las personas se mostraron agradecidas por la ayuda que se le brindó, e incluso se mostraron sorprendidos al conocer que éramos un equipo de Bocas del Toro. Entre los 18 rescatados había adultos mayores, niños y hasta mujeres embarazadas”, sostuvo Serrut.
Después de casi 6 horas refugiados, y luego de que la lluvia suspendiera su actividad, Serrut y su tropa salieron en busca de un punto alto donde pudiera visualizar el terreno, y buscar una ruta alterna para poder regresar sin poner en riesgo sus vidas. Un lugareño los guío por una trocha para salir a la vía interamericana donde pudieron reunir con el resto del grupo.
Para Serrut esta ha sido otra experiencia en su vida profesional de la que se siente feliz y orgulloso de poder ayudar a las personas que lo necesitan. Un trabajo gratificante que ha desempeñado por 20 años con el Cuerpo de Bomberos al servicio del país.