Las batallas de John Wayne por los tratados Torrijos-Carter

Historia de Panamá

El actor de Hollywood se convirtió en una figura clave para la ratificación de los tratados en el Senado norteamericano.

John Wayne (c) rodeado por Flavio Velásquez, Omar Jaén y Arturo McGowen / cedida por Omar Jaén

Ciudad de Panamá, Panamá/Hace 47 años, cuando se firman en la sede de la OEA en Washington los tratados Torrijos-Carter, que ponían fin a décadas de conflicto entre Panamá y Estados Unidos, iniciaba también un proceso muy complejo que involucraría toda la voluntad política tanto en nuestro país como en la nación del norte para conseguir su ratificación por el Senado ante el rechazo popular de los sectores más conservadores de la sociedad estadounidense.

Los panameños aprobamos el tratado en un plebiscito nacional realizado el 23 de octubre de ese mismo año, pero para la aceptación por parte del Senado de Estados Unidos se necesitaban 67 votos, o sea dos tercios de sus 100 miembros.

Tras una intensa campaña liderada personalmente por el presidente Jimmy Carter, el 18 de abril de 1978 los tratados del Canal de Panamá fueron aceptados por 68 votos a favor y 32 en contra.

Los votos decisivos se consiguieron por la intervención apasionada y segura de un personaje muy singular en un episodio poco conocido de esta historia, pero bastante impresionante. Se trata nada más y nada menos que del astro de Hollywood John Wayne también conocido como The Duke(El Duque).

Este capítulo de la historia de los tratados fue recogido por el historiador Omar Jaén Suárez quien fue parte del equipo negociador en su libroLas negociaciones de los tratados Torrijos-Carter y más recientemente por el escritor Zoilo G. Martínez de la Vega en su libro Las guerras del general Omar Torrijos.

John Wayne (d) en Panamá acompañado por el general Omar Torrijos (c), el periodista Jorge Carrasco y Gabriel Lewis (i) / La Estrella de Panamá Facebook

El amor de John Wayne por Panamá

 “Después de la firma de los tratados el presidente Carter se comprometió personalmente en conseguir la ratificación por parte del Senado, pero era consciente de que su partido no tenía la cantidad de votos necesarios, por lo que empezó una serie de reuniones con líderes de opinión y organizaciones influyentes en la Casa Blanca, para crear un ambiente favorable a la causa panameña, que tenía mucha oposición sobre todo de los republicanos más recalcitrantes, entre ellos John Wayne tal vez uno de los actores más influyente en ese momento. Quien de manera diplomática declinó la invitación”, contó Omar Jaén Suárez en una entrevista para este artículo.

Aunque el actor estaba retirado y su última película había sido en 1976 por causas de salud, ya sufría de cáncer, seguía siendo uno de los actores más populares y queridos de Estados Unidos y con una proyección política que lo acercaba a la figura de Abraham Lincoln y el presidente Carter era muy consciente de esto.

Por otra parte, Wayne tenía estrechos vínculos con Panamá. Su primera esposa —Josephine Alicia Sáenz— era hija de José Sáenz un empresario español que fue cónsul general de Panamá en Los Ángeles. Además, fue amigo cercano al presidente Harmodio Arias hasta el punto de que su hijo Tony era el padrino de una de las hijas del actor.

Esto lo incluye en una declaración que el 11 de octubre de 1977, el actor envía a cada uno de los 100 senadores con una carta personal en donde de acuerdo con Martínez de la Vega, justifica los puntos fundamentales de los tratados y defiende la personalidad y la conducta política de Omar Torrijos.

Había conocido al General en una visita a nuestro país durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1972 cuando su amigo Arturo McGowen lo lleva a Farallón (donde Torrijos tenía una casa) y duranta toda una tarde conversan “como viejos amigos sobre cine, política y mujeres”.

Según Jaén Suárez, “le gustaba mucho Panamá, incluso hay una isla con su nombre frente a Punta Chame, vino varias veces incluso durante las negociaciones fue entonces cuando conoció a Torrijos y le encantó ese personaje muy diferente de lo que él creía o había escuchado que era antes de conocerlo”.

Por eso cuando Torrijos se entera de las dificultades que enfrentan en Estados Unidos, la negativa del Duke de participar en las iniciativas de Carter e incluso de una posible campaña del actor respaldando el rechazo de los sectores conservadores, le solicita a Arturo McGowen su inmediata intervención para convertirlo a la causa panameña.

Entonces se decide enviar una misión compuesta por los negociadores Omar Jaén Suárez y Flavio Velásquez acompañados por McGowen a la casa de Wayne en Los Ángeles para explicarle los detalles de los tratados y montar una estrategia para llegar a los senadores tanto republicanos y demócratas y convencerles de votar a favor.

Estuvimos un mes ayudándole a redactar cartas y hacer llamadas a los principales líderes conservadores. Él se dedicó, con nuestro apoyo, a venderle a los gobernadores y senadores republicanos más influyentes, —como Reagan, por ejemplo— con quien tuvo discusiones épicas; las ventajas del tratado para Estados Unidos. Trabajábamos todos los días, excepto una semana en la que se tuvo de ausentar, para realizarse un tratamiento sufría de un cáncer bastante avanzado. Hicimos una amistad muy bonita, fue una experiencia inolvidable desde varios puntos de vista, pero sobre todo por la dedicación de este hombre por pura fe, era un acto de fe lo que él hacía y además lo hizo muy bien. Tuvo tanto éxito que los tratados fueron ratificados por el senado por un solo voto, se necesitaban tantos votos y hubo ese número y uno más”, comparte Jaén Suárez.

En su libro el historiador destaca que muchos senadores expresaron que el aval de Wayne fue el más decisivo para la aprobación del tratado.

John Wayne (d) con sus amigos Ronald Reagan, su esposa Nancy

Ronald Reagan la férrea oposición a los tratados

Uno de los opositores más furibundos contra Panamá era el republicano, también actor de Hollywood en su momento, Ronald Reagan entonces gobernador de California, quien además usó su rechazo al tratado como campaña política utilizando el argumento de que la devolución del canal a Panamá era un acto de traición a la patria y un riesgo para la seguridad y su liderazgo internacional.

Jaén Suáez destaca en su libro cómo en una presentación en televisión nacional en marzo de 1976, acusó a Ford de dejarse chantajear por Panamá y sobre el Canal de Panamá aseguró: “lo compramos, pagamos por él. Lo construimos y nos proponemos conservarlo”.

El enfrentamiento entre los dos amigos, colegas y compañeros políticos tiene varios momentos de gran tensión, pero uno de los más álgidos es una carta escrita por el Duque a su amigo con fecha 11 de noviembre de 1977 y reproducida en el libro Las guerras del General Torrijos de Zoilo Martínez de la Vega en la que le acusa de diseminar falsedades y le dice directamente, “Tú estás perdiendo una tremenda y excepcional cita con la Historia. Si hubieras dedicado más tiempo y analizado detenidamente este problema tu actitud hubiera podido proporcionarte la imagen del líder que siempre he deseado para ti, en vez de que la gente compruebe alguna vez que solo haces esas declaraciones para obtener dividendos políticos”.

Y continúa de manera amenazante, “Ahora, con tu carta en la mano, te voy a demostrar, punto por cabrón punto del tratado, cómo estás desinformando a la gente intencionalmente”.

Afortunadamente los esfuerzos de Ronald Reagan para desacreditar a Panamá y al tratado no dieron resultado. 

John Wayne en Panamá / @JohnDukeWayne

La última batalla del Duque

Sin embargo, la ratificación del Senado en 1978 no fue la última batalla que Wayne tendría que dar por Panamá, tal y como lo cuenta Martínez de la Vega, “a mediados de junio de 1979 el Congreso estadounidenses iba a someter a aprobación las leyes y el presupuesto para la implementación de los tratados y el presidente Carter volvió a tener dificultades para conseguirla. Por lo menos 80 congresistas temían que su voto favorable fuera a comprometer su futuro político ante el electorado mayoritariamente opuesto a la entrega del Canal a Panamá”.

El Duque se encontraba agonizando en el hospital cuando recibió la visita de Arturo McGowen, quien estaba en la lista de los pocos que podían visitar al actor, y al contarle lo que sucedía respondió que había que hacerlo “no podemos rendirnos ahora que estamos llegando al final”.

Cada cuatro horas se le aplicaba una inyección de morfina, que le insensibilizaba y le hacía dormir, por lo que ordenó que no le aplicaran la de las siete de la mañana para poder trabajar hasta las 11.

Tras dos mañanas de trabajo, con el apoyo de Omar Jaén Suárez y Flavio Velásquez, se despacharon el 10 de junio los telegramas a todos los miembros del Congreso con la última carta firmada por John Wayne, quien falleció al amanecer del día siguiente.

En ella afirma de manera contundente: “Lo más importante de estos tratados es que hemos demostrado con ellos que nosotros, como país, preferimos cooperación a dominación; que tenemos suficiente visión para defender nuestros intereses comerciales y militares a largo plazo, y que somos suficientemente sensibles para actuar con una idea amplia y clara de cuáles son nuestros intereses nacionales”.

El 21 de junio de 1979 —10 días después de la muerte del Duque— el Congreso de Estados Unidos aprobó las leyes y presupuestos complementarios del Tratado del Canal de Panamá por 224 votos a favor, 202 en contra y 9 nulos.

Dicen que Torrijos lo lloró como a un hermano y comentó con profunda admiración: “Su brújula de pensamiento no tenía como puntos cardinales la izquierda o la derecha, sino lo justo o lo injusto. Su triunfo como artista consistió en obligar al cine a enlatar y poner en celuloide su verdadera personalidad, su modo de ser y de pensar. Por eso, a través de John Wayne es que se reflejó el auténtico carácter y modo de ser del pueblo norteamericano”.

Varios años después, el 31 de diciembre de 1999 el presidente Jimmy Carter agradeció el apoyo recibido por tantas personas en la lucha por la aprobación de los tratados y declaró que “quizás el mayor apoyo que tuve del lado conservador fue el de John Wayne”.

También fue el gran apoyo que tuvo Panamá.

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