Barreras 'atrapa basura' se multiplican en los ríos de Panamá
Las barreras flotantes que cortan el libre paso de los plásticos y otros desperdicios rumbo a los océanos, se emplean actualmente en al menos tres ríos de Panamá, en busca de crear consciencia sobre la contaminación en los ríos y mares.
Ciudad de Panamá, Panamá/Las dos nuevas barreras flotantes instaladas en Panamá han evitado en sus primeros meses de funcionamiento que unas 15,000 libras de residuos contaminantes lleguen al océano, multiplicando un modelo de cuidado ambiental que empezó a implementarse en 2019 en el país.
Ubicadas en la cuenca media y baja del río Escarrea, corregimiento de Santo Tomás, distrito de Alanje, en Chiriquí, las dos barreras flotantes forman parte de un proyecto de educación ambiental de la Organización Panameña para la Vida y el Ambiente (Opava), con la asesoría técnica y respaldo de la asociación sin fines de lucro Marea Verde.
Las barreras de Opava lograron concretarse luego de ser presentadas ante la organización de Our Ocean y ganar fondos para su implementación con el apoyo técnico de Marea Verde. Our Ocean es una conferencia enfocada en salvaguardar los recursos marinos, que se realizó en Panamá el 2 y 3 de marzo de 2023.
El 65% de los desechos atrapados hasta ahora por las barreras en el río Escarrea corresponde a plástico y 30% a plástico proveniente del uso de agroquímicos, según informó Marea Verde, responsables de traer a Panamá la primera barrera flotante, el B.O.B (de la expresión "barrera o basura"), que en un año y medio de funcionamiento en el río Matías Hernández, logró retener unas 100 toneladas de desperdicios como unas 50 neveras, numerosas llantas, coches para bebé, maletas, tubos para sistemas de acueductos y alcantarillados y, principalmente, mucho plástico.
Efecto multiplicador
Desde que las imágenes y videos de las toneladas de basura que detenía el B.O.B empezaron a recorrer las redes sociales, se han instalados nuevas barreras flotantes en el río Tapia en el corregimiento de Don Bosco, nombrado como "ReBoB"; las dos en el río Escarrea de Chiriquí, y el proyecto Wanda Díaz, en el río Juan Díaz, en la ciudad de Panamá, en donde fue reinstalado el B.O.B luego de ser retirado del río Matías Hernández. Todas son iniciativas desarrolladas por Marea Verde o con su asesoría y colaboración.
También, a mediados de 2019, el Ministerio de Ambiente y el Ministerio de Desarrollo Social reportaron la instalación de varias "barreras atrapa sólidos" o BEAS, en los ríos Matasnillo, Cárdenas, Río Abajo y Tocumen, en la ciudad de Panamá, y en el río Aguacate, en el distrito de Arraiján, en Panamá Oeste.
Las BEAS fueron fabricadas en diferentes centros de rehabilitación del país, empleando materiales reciclados. Cada barrera necesitó de unas 5,000 botellas plásticas, aproximadamente.
Mensaje ambiental
Evitar que más basura termine en el océano no es el único objetivo de las barreras flotantes. Lo es también brindar docencia en las comunidades donde operan y a los habitantes en general, mostrando la cantidades ingentes de basura que llega a los ríos y luego a los mares.
El proyecto de Opava contempla dar seguimiento y monitoreo a las dinámicas de retiro de la basura de las barreras para evaluar los resultados y propiciar la disminución de desechos en el río.
Mientras que Marea Verde lleva adelante una serie de iniciativas como parte del componente de sensibilización ciudadana de su proyecto, como el trabajo con comunidades en la cuenca del río Juan Díaz en los distritos de Panamá y San Miguelito, para brindar alternativas sostenibles de disposición de desechos y crear conciencia sobre cómo mitigar la contaminación por desechos sólidos en los ríos y costas de Panamá.
"Estamos realizando un proyecto integral que incluye componentes de tecnología, investigación y sensibilización con el fin de mitigar la problemática del plástico en el río Juan Díaz y en todos los ríos urbanos, ya que en vista de la cantidad de basura que es vertida a los ríos y que llega al mar, se hace urgente que tanto ciudadanos, empresas y organizaciones, busquemos nuevas formas de disminuir la generación de desechos y disponer de los desechos plásticos”, destaca Mirei de Heras, presidente de Marea Verde.
En 2020, la organización no gubernamental The Ocean CleanUp difundió un estudio sobre los 1,000 ríos más contaminados del mundo, en el que sostiene que de intervenirse con barreras o sistemas similares estos caudales contaninados que representan el 1% del total del ríos del planeta, es posible detener el 80% del plástico que termina en los ecosistemas marinos.