Avicultura, ganadería y porcicultura crecen durante el 2024
Productores aseguran que la diversidad de precios facilita el acceso de los consumidores a los alimentos.
Ciudad de Panamá, Panamá/Luego de cinco años de una administración agropecuaria fallida y de tener que enfrentar en los últimos meses graves afectaciones climáticas, que el nuevo gobierno aún no termina de contabilizar, la ganadería, la avicultura y el sector porcino proyectan terminar el 2024 con un crecimiento aproximado de 3%, 5.82% y 3%, respectivamente, en comparación con el 2023.
Con todo y las fuertes lluvias, “la ganadería está en plena recuperación y hemos tenido un buen año, en el sentido de los precios”, comentó Euclides Díaz, secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan).
En las subastas ganaderas, el precio del ternero llegó hasta $3.60 el kilo, el de los novillos se mantuvo estable rondando los $2.45 y el de las vacas estuvo alrededor de los $2.25, $2.30 el kilo, “que han sido precios muy buenos”.
Para el ganado de leche, los incrementos de precios fueron superiores a los del ganado de carne, una relación de 17% para el primero y de 9% para este último, lo que indica que hay más demanda por el ganado de leche.
Sin embargo, Díaz reconoció que el 2024 les deja un sinsabor en cuanto a las importaciones, pues superan a las exportaciones, que han disminuido mucho y que a noviembre de este año se contabilizaban en unas 2,500 toneladas, teniendo como mercados a Taiwán y China.
“Todavía no avanzamos en el tema de la equivalencia con Estados Unidos, lo cual sería un logro para poder exportar hacia ese mercado. Hay problemas en el Ministerio de Salud e incluso nos arriesgamos a no poder completarla en esta etapa”, indicó el secretario ejecutivo de los ganaderos.
En febrero de 2022, el entonces ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama, dijo, según reportes de prensa, que ya se estaba “en la recta final” para exportar carne a Estados Unidos, “uno de los temas prioritarios dentro del plan de gobierno” de la administración de Laurentino Cortizo.
“En leche crecimos a octubre un 2% y se espera que cerremos en un 3% de incremento, tanto en leche como en carne. Yo diría que fue un año bueno en precios; sin embargo, la producción no se pudo expresar en toda su intensidad”, comentó el representante de la Anagan.
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En cuanto a los precios al consumidor, sostuvo que se dio un aumento cercano al 3% respecto al 2023, lo que en su opinión refleja que “no impactó tanto la subida del precio del ganado, porque hay una estrategia de diversificación de los precios”.
Uno de los productos que más reflejó un aumento fue el rabo, debido a que hay mucha demanda de los chefs de restaurantes exclusivos, quienes aprecian mucho esta carne por su alto contenido de colágeno, al igual que el jarrete.
El consumo anual per cápita de carne deshuesada se estima en 13.24 kilogramos, una disminución de 160 gramos este año, toda vez que la oferta interna de ganado se redujo.
Ganaderos consultados recordaron que sobre la actividad se cierne el intenso sobrevuelo de la mosca portadora del gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax), cuyo descontrol ya llega a México.
Igualmente, mencionaron el reciente fallo de la Organización Mundial de Comercio en contra de Panamá en un conflicto lechero que mantiene con Costa Rica, que según los gremios lecheros representa una “amenaza inmediata al sector agropecuario”.
Industria avícola, competitiva
Para Luis Carlos Castroverde, presidente de la Asociación Nacional de Avicultores (Anavip), hasta octubre de este año la industria avícola creció en 5.82% contra igual periodo del año pasado.
Detalló que durante el año los precios al por mayor estuvieron competitivos, lo que confirma que la industria avícola a lo largo de los últimos años ha dedicado sus rendimientos y productividad a favorecer estos precios, “con el interés de que al final de la cadena se traduzca en beneficio para los consumidores”.
Los consumidores, agregó, han colocado a la carne de aves como la proteína cárnica más consumida en el país y uno de los consumos más altos de Latinoamérica, de 119 libras anuales per cápita. Al consumo de carne de pollo se le suma el del huevo, que es de unas 188 unidades anuales per cápita.
Castroverde enfatizó que durante los primeros meses del 2024 la Anavip le insistió a la administración saliente de Cortizo y al gobierno entrante de José Raúl Mulino sobre las amenazas que significan para la avicultura y otros productos sensitivos el desmantelamiento progresivo de los aranceles.
Estos aranceles los protegían ante las asimetrías y las distorsiones comerciales que marcan “el intercambio comercial no recíproco” del Tratado de Promoción Comercial (TPC) con Estados Unidos.
Haciendo un paralelismo con la Caja de Seguro Social, donde durante años se advirtió sobre la crisis que se produciría de no atenderse el deterioro del sistema, Castroverde anotó que desde hace años las asociaciones agropecuarias “hemos venido advirtiendo sobre el riesgo de que se produzca una crisis social y económica de grandes proporciones en los sectores rurales del país”.
Esto, agregó, se reflejará principalmente en la destrucción de miles de empleos en el eslabón primario de la producción, “que no podrán ser absorbidos por otros sectores de la economía”.
Turbulencia en los chiqueros
Respecto a la porcicultura, el presidente de la Asociación de Porcicultores Unidos de Panamá (Apup), Juan Pastor Guevara, manifestó que este 2024 fue un año turbulento para la actividad, que ya venía de una crisis por la pandemia y por el conflicto bélico en Ucrania que contribuyó a aumentar el precio de los insumos.
De igual manera, indicó que el impacto del TPC en cuanto a las importaciones ha desmejorado la actividad y desde el 2012 vienen sobrepasando los porcentajes establecidos.
Guevara clamó porque se importe “solo lo que se necesite para cumplir con la demanda nacional” y afirmó que, pese a que en el 2026 el arancel de importación de la carne de cerdo llega a 0%, el sector se mantiene positivo.
Para el año entrante, los porcicultores proyectan sacrificios por 687,15 cerdos para una producción de 57,650 toneladas de carne, lo que representa un incremento de 3% respecto al 2024, según la Asociación Nacional de Porcinocultores de Panamá (Anapor).
Este gremio fija las importaciones del 2025 en unas 22,919.32 toneladas, cifra que representa un incremento de 6%, comparada con el año que está por finalizar.