Arte Congo: una tradición artística afropanameña

Arte en Panamá

Obra de Gustavo Esquina de la Espada artista del colectivo arte Congo del Taller Portobelo.
Obra de Gustavo Esquina de la Espada artista del colectivo arte Congo del Taller Portobelo. / AAN

El movimiento arte Congo nace en la década de 1990 como una iniciativa principalmente de un grupo artistas de la histórica comunidad de Portobelo con la intención de desarrollar una propuesta plástica centrada en la rica cultura y la identidad de esa región.

Se organizan alrededor del Taller Portobelo y de la mano de los artistas Sandra Eleta, Arturo Lindsay y Virgilio Esquina más conocido como “Yaneca”, empiezan a promover actividades para fortalecer tradiciones como las danzas de los congos, los festivales de diablos y pollera conga, sus artesanías, pero, sobre todo para desarrollar una propuesta plástica para artistas emergentes en la comunidad.

Una de las iniciativas más transformadoras en ese entonces fue la instalación de un programa de residencia de artistas que durante 15 años llevó a cabo el artista colonense Arturo Lindsay que como profesor del Spelman College de la Universidad de Atlanta, promovió el intercambio entre estudiantes y los artistas tanto en Portobelo como en Estados Unidos.

El movimiento se enriqueció a lo largo de los años por el contacto con artistas nacionales de otras temáticas y estilos, así como de otros países que llegaron al mítico puerto con la intención de conocer y aprender, pero impresionados por su historia se quedaron largas temporadas y dejaron su huella, en una especie de mestizaje, tal como los primeros negros que traídos a la fuerza desde el África hicieron de Portobelo su nuevo hogar.

Obra de Virgilio Esquina "YANECA", artista del colectivo arte Congo del Taller Portobelo.
Obra de Virgilio Esquina "YANECA", artista del colectivo arte Congo del Taller Portobelo. / AAN

El arte como resistencia

“Para mi pintar se convirtió en un acto de resistencia”, aseguró Gustavo Esquina de la Espada en la inauguración de la exposición La puerta de no retorno que se presentó hace poco en el Museo de Arte Contemporáneo en la que cinco artistas del colectivo Taller Portobelo presentaron su trabajo.

Una obra que vienen realizado contra viento y marea como expresaron cada uno de los artistas que participaron es la colectiva del MAC. Casi todos residen en Portobelo y desde hace años viven de su trabajo artístico.

Al principio, un colectivo compuesto por 12 artistas empezaron el viaje de plasmar en cuadros su visión del mundo. Ahora el relevo se centra en cinco, sin embargo, nuevas iniciativas están centradas en promover a artistas emergentes entre la niñez y juventud de esta comunidad.

Obra de Virgilio Esquina de la Espada "TITTO", artista del colectivo arte Congo del Taller Portobelo.
Obra de Virgilio Esquina de la Espada "TITTO", artista del colectivo arte Congo del Taller Portobelo. / AAN
Tal y como cuenta la fotógrafa Sandra Eleta quien ha seguido de cerca todo este proceso, “empezaron mirando a su alrededor. Las primeras obras se centraban en la potente naturaleza de Portobelo, pero poco a poco, guiados por Arturo, trasladaron su mirada hacia el interior de ellos mismos y entonces afloraron los rasgos de una cultura milenaria, rica y exuberante, que ellos habían vivido hasta ese momento de otra forma, a través de las tradiciones de la cultura Congo”.

Es así como los diablos, los congos, el palenque, el rey y la reina, ángeles, diosas, animales míticos empezaron a poblar los lienzos de estos artistas mostrando a través de un lenguaje muy particular en cada uno de ellos un mundo que les transporta en un viaje hasta los orígenes mismos de su naturaleza: África.

"Las raíces del arte Congo nos vienen del baile, de la música, los artistas empezaron a bailar Congo siendo niños, está en su ADN y es así como trabajando juntos podían ver lo que hacían los otros, se alimentaban mutuamente y de esa forma se fue creando este movimiento único en el país con un valor histórico centrado en esta tradición”, afirma el artista Arturo Lindsay.
Obra de Ariel Jiménez "Pajarito", artista del colectivo arte Congo del Taller Portobelo.
Obra de Ariel Jiménez "Pajarito", artista del colectivo arte Congo del Taller Portobelo. / AAN

La estética Congo de Portobelo

En la colectiva del MAC, cuya curaduría estuvo a cargo de Arturo Lindsay y Ana Alicia González, participaron Virgilio Esquina “Yaneca”, uno de los fundadores del movimiento, Virgilio Esquina de la Espada “Titto”, Manuel Golden “Tattu”, Gustavo Esquina de la Espada y Ariel Jiménez “Pajarito”.

De acuerdo con Lindsay, “la estética Congo del Taller Portobelo es el resultado de encuentros entre artistas formados académicamente y artistas formados en la práctica diaria y la crítica grupal, lo que ha desarrollado una combinación de preferencias estéticas que se encuentran en el África occidental, la diáspora africana y el mundo del arte contemporáneo. Hoy, con la ayuda de internet, los artistas del Taller Portobelo han estado realizando investigaciones en busca de contenido y nuevas técnicas para enriquecer su trabajo. El arte Congo, al igual que el vestuario Congo, se basa en la yuxtaposición de colores complementarios, texturas, contrastes, tonos altos, brillo y ornamentación que lo hacen único”.

Las obras de estos artistas se pueden apreciar en Casa Congo, así como en las instalaciones del Taller Portobelo. Siempre mantienen sus puertas abiertas para que los visitantes conozcan el trabajo que realizan.

Obra de Manuel Golden "TATTU", artista del colectivo arte Congo del Taller Portobelo.
Obra de Manuel Golden "TATTU", artista del colectivo arte Congo del Taller Portobelo. / AAN

Nuevas generaciones

Portobelo es una comunidad inquieta afirma Ariel Jiménez “Pajarito” uno de sus artistas, “Para mi el arte fue una herramienta de liberación y de resistencia. Por eso sigo aquí, echando pa’lantey espero que las nuevas generaciones puedan ir absorviendo este arte y se vayan integrando al movimiento para que en el futuro podamos más grandes y se conozca más”.

El proyecto más reciente es una escuela para niños, niñas y jóvenes en los que de forma sistemática y ordenada se les enseñen los principios básicos de las artes plásticas. Este proyecto se trabaja con la Fundación Bahía de Portobelo y está a cargo de Ana Alicia González y tiene como propósito dotar de herramientas para motivar la expresión artísticas de la niñez y la juventud de Portobelo, así como también desarrollar sus capacidades humanas fotaleciendo su autoestima y bienestar.

La Fundación Bahía de Portobelo está comprometida con la mejora de la calidad de vida de esta población.

Su modelo de interacción con los habitantes de Portobelo se fundamenta en la recuperación y mantenimiento de la cultura afrocaribeña y del cimarronaje, elementos esenciales de su empoderamiento y sellos distintivos de su identidad cultural, a través de programas que potencian la integración de los niños, niñas y jóvenes a la sociedad.

Hoy, una nueva generación de artistas da continuidad a este colectivo que sigue registrando la cultura Congo a través de imágenes llenas de la vida y del color de Portobelo.

La magia de la cultura queda atrapada en el arte de los pintores del Taller Portobelo, un espacio de producción artística que desde hace 40 años late en las calles de este pueblo.

El Arte Congo, con sus colores y figuras materializa una propuesta plástica singular en esta cultura, que a través de su música, sus valores y sus tradiciones, se convierten en un patrimonio invaluable de la historia de Panamá y que forma parte de un legado que enriquece a toda América.

Para mayor información sobre el trabajo que hace la Fundación Bahía Portobelo y el Taller Portobelo, consultar la web www.fundacionbp.org o comunicarse al correo electrónico fundacionbp@fbp.org.pa y WhatsApp: +507 6676 - 6440.

Obra de Euribiel Sánchez, artista del colectivo arte Congo del Taller Portobelo.
Obra de Euribiel Sánchez, artista del colectivo arte Congo del Taller Portobelo. / AAN
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