Arroz especial o de primera: ¿Qué está pasando en Panamá y cuál es el preferido?
Agricultura en Panamá
Ciudad de Panamá/El arroz aún no ha secado. Mientras que las autoridades agropecuarias aseguran que hay cereal hasta el 1 de septiembre, el último informe del inventario nacional revela que del total existente, 69 mil 404 arroz pilado, solo un 24.65% corresponde al grano de primera, el que consume la mayor parte de la población.
Este arroz, que desde julio de 2014 está bajo control de precio, se vende a 40 centésimos la libra y a $2 las cinco libras, mientras que el arroz especial, que se comercializa en un promedio de $2.85 y $3.30 las cinco libras, copa las estanterías de los supermercados.
La diferencia en el arroz se da durante el proceso de la industrialización, cuando el que registra el 70% de sus granos enteros y el 30% quebrado es etiquetado como de primera, en tanto que el especial tiene 95% de granos enteros y solo un 5% quebrados.
Colón es la provincia que registra una menor cantidad de arroz pilado con 4 mil 877.34 quintales, seguido de Herrera con 6 mil 617.18 quintales y Panamá Oeste con 21 mil 487.61 quintales, mientras que la provincia de Panamá acumula la mayor cantidad con 58 1mil 973 quintales.
Las cifras corresponden al último inventario nacional de arroz pilado realizado por la Autoridad de Protección al Consumidor y Asuntos de la Competencia (Acodeco), del 30 de mayo al 3 de junio del año en curso, en supermercados, minisúper y otros establecimientos comerciales, que sirvió de base para autorizar una próxima importación de 600 mil quintales del grano.
Esta importación, a la que en primera instancia se opusieron los productores, se logró gracias a la gestión del ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama, quien de acuerdo a fuentes consultadas les pidió “encarecidamente” que aceptaran y que vieran esta acción como un “colchón” para garantizar el abastecimiento del grano, hasta que entre la cosecha nacional a medianos de agosto.
Ludgerio Sánchez, arrocero del área de Alanje, en la provincia de Chiriquí, confirmó la existencia de más arroz especial que de primera, señalando que este le es más rentable a los molinos.
Al respecto, la Asociación Nacional de Molineros (Analmo), informó que no ejerce como ente regulador de la decisión privada de cada agente económico de determinar la distribución de su materia prima, ni participa en la venta de la misma.
“No hay norma que establezca e indique parámetros ni obligación por empresa. Cada agente económico define los volúmenes a procesar y producir”, señalaron los molineros.
Reiteraron que esta es una política de cada empresa y que Analmo no tiene injerencia en este tema sobre sus 22 molinos miembros.
La importación de 600 mil quintales del grano tiene como fecha límite de entrada al país el 1 de agosto, para posteriormente ser procesado por la industria.
Refiriéndose a la situación de los arroceros, Sánchez detalló que es “difícil”, pues al vender el grano al molino solo se les paga $17.50 el quintal, de los cuales el gobierno paga $7.50, “pago que se da hasta con seis meses de retraso”.
Afirmó que el hectareaje para la próxima siembra será menor, pues en medio de los altos costos de los fertilizantes y del combustible la actividad se ha vuelto menos rentable.
Sin embargo, las autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario aseguran que durante la próxima siembra se cultivarán 90 mil hectáreas, “olvidándose que eso solo es una proyección, pues con todos los problemas que tenemos quizás apenas lleguemos a 50 mil o 60 mil hectáreas”, manifestó un productor del área de Chepo, en la provincia de Panamá, que pidió el anonimato.
El precio de los fertilizantes continúa golpeando al sector agropecuario, toda vez que en algunos casos ha aumentado hasta en 300%, aseguró el arrocero Ludgerio Sánchez.
La llegada al país el pasado 27 de mayo de 3 mil 500 toneladas métricas de abono químico y de 2 mil toneladas métricas de urea, que fue recibida en el puerto por el ministro Valderrama y comitiva, alentó las esperanzas de algunos productores que pensaban que eran fertilizantes traídos por el gobierno, pero resultaron ser de una empresa privada.
“Fue como una tomadura de pelo”, se quejó un productor.
Sánchez sostuvo que el Banco Nacional y el Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA) deberían ser brazos financieros de apoyo a los productores, sobre todo en estos momentos, pero que “los requisitos que piden muchas veces son más exigentes que los de la banca privada”.
En medio de este panorama, ahora la preocupación de los consumidores se centra en que se continúe con la tendencia de tener menos arroz de primera disponible, lo que podría derivar en que muchas familias pudieran privarse o ajustarse al momento de consumirlo.
Pedro Acosta Insturaín, de la Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá (Uncurepa), manifestó que el consumidor debiera tener opciones de otros carbohidratos, como la papa, las pastas y algunas verduras, para no depender totalmente del arroz.
Dijo que de eliminarse el control de precio en el arroz de primera, la industria pudiera derivar en elaborar más arroz especial, con el consabido aumento de precio y afectación a los consumidores.
El arroz no termina de cocinarse.