Arroz: lo que se esconde detrás de las largas filas
Arroz en Panamá
Ciudad de Panamá, Panamá/El comercio tras la penuria. Un bostezo anuncia el agotamiento físico después de estar al menos cuatro horas en una inmensa fila para tratar de conseguir aunque sea unas cinco libras de arroz de primera, a un precio de 1.25 dólares, en las esporádicas ferias libres del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA).
Si a duras penas se consigue, lo más probable es que el grano solo alcance para “un par de días”, comenta José Sánchez, un sexagenario que entre los dedos de su mano derecha arropa 5 dólares destinados a la compra del popular cereal.
“Lo cuestionable es que el gobierno le tiene a los molineros un subsidio de 16 dólares por quintal, bajo el supuesto compromiso de que pongan arroz de primera a disposición de todos los comercios, pero inexplicablemente solo lo han destinado para el IMA”, sostiene Pedro Acosta Insturaín, de la Unión Nacional de Consumidores de la República de Panamá (Uncurepa).
Sobre este subsidio, otras fuentes consultadas prefieren sumar en voz baja, al señalar que del 1 de julio de 2023 al 30 de junio de 2024 rondaría los 150 millones de dólares, cifra no oficial, ante el hermetismo existente.
Raúl Palacios, presidente de la Asociación Nacional de Molineros (Analmo), dijo que los costos de producción “han subido mucho”, aunado al control de precio que existe sobre el arroz de primera, aunque aseguró que los molineros están haciendo su mejor esfuerzo para brindarle este grano a los panameños más necesitados, a través de las ferias libres.
Antes del control de precios, impuesto durante el gobierno de Juan Carlos Varela (2014-2019), los molineros le compraban al productor el arroz sucio y húmedo entre 20 y hasta 26 dólares el quintal.
Pero, con el control de precios los molineros empezaron a pagar 17 dólares por quintal, mientras que el Estado implementó un subsidio que inició en 7.50 dólares el quintal y que la actual administración de Laurentino Cortizo elevó a 9.50 dólares, cantidad que en las dos últimas cosechas se elevó a 16 dólares por quintal.
“Hacemos todo lo posible para que el grano de primera vuelva a las estanterías de toda la cadena agroalimentaria”, apuntó Palacios.
Hoy día, el arroz de primera, cuya composición es de 70% de granos enteros y 30% quebrados, solo se consigue en las escasas ferias del IMA, entidad que en días pasados recibió la totalidad de los 400 mil quintales de arroz en cáscara importados.
El cereal fue comprado por 12 molinos a siete empresas, a un promedio de 21 dólares el quintal, pero que una vez industrializados se lo vendieron al IMA en un aproximado de 43 dólares, más un dólar adicional por el transporte interno, “lo que no le cobran a ninguna cadena de supermercado, ni a ninguna tienda”, según fuentes del sector.
En este tema, Palacios manifestó que no podía precisar el precio por quintal vendido a la entidad gubernamental, “pues cuando se trata del producto importado hay que agregarle muchos costos, entre ellos el pago de un impuesto del 3%”.
Afirmó que cuando se importa los costos no son los usuales y que al IMA el arroz se le maquila, empaca y entrega.
Carlo Rognoni, director general de la citada entidad gubernamental, detalló que el precio final del quintal al que lo adquiere la institución depende de los costos de los molinos, quienes maquilan y empacan el producto.
Dijo que en las ferias libres habrá arroz de primera para lo que resta del año y que ya se están haciendo los contactos para el año entrante.
Recuerde que en las ferias libres empalmamos el arroz importado con la producción nacional, cuya cosecha está saliendo”, añadió Rognoni.
En el proceso de transformación del grano en cáscara a arroz de primera los molinos aparentemente se quedan con los subproductos: la pulidura, el arrocillo, puntillaje y con el afrecho fino, que utilizan para fabricar piensos para animales y que posteriormente venden a productores de diferentes rubros.
Como el arroz se importó en cáscara, los molinos se encargan de transformarlo, empacarlo y transportarlo, por lo que el IMA al momento de pagar hace dos facturas, una por el arroz en cáscara seco y otra por los servicios que le prestan, según explicó una fuente gubernamental, que prefirió el anonimato.
Los molinos le pagan el arroz al proveedor internacional que se gana la rueda de negociación realizada en la Bolsa Nacional de Productos (Baisa).
Desde los consumidores, Acosta Insturaín dijo que la mayoría de los panameños que no acude a las ferias libres solo tiene la opción de comprar arroz especial, cuyo empaque más barato de cuatro libras se consigue en casi 3 dólares.
El presidente de la Uncurepa pidió conocer el acuerdo en que se basa el subsidio, pues “alguien no está siendo transparente”, escudándose bajo el argumento de proteger la producción nacional.
Recalcó que hay una tendencia muy sutil de estar aumentando el precio de los alimentos, o desapareciéndolos, “y que el consumidor se acostumbre”.
Las largas filas de las ferias del IMA parecen darle la razón.
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