Andrés Calamaro: sobre su concierto en Panamá y hacer música con colegas

Como herencia musical del Río de la Plata, Andrés Calamaro (Buenos Aires, 1961) comenzó la faena rítmica tocando la nostalgia y el regocijo de la mano de un bandoneón. Tenía 8 años.

Cumplidos los 13 años, la alegría y la exaltación del rock comenzó a recorrer todo su cuerpo con su guitarra eléctrica. Mientras, estimuló su costado clásico cuando se acercó a la sonoridad del piano.

Este compositor, productor y cantante pertenece al Olimpo del rock argentino y latinoamericano junto a otros inmortales como Luis Alberto Spinetta, Charly García, Fito Páez, León Gieco y Gustavo Cerati.

Conversamos con Andrés Calamaro sobre su primer concierto en nuestro país y sobre su álbum Dios los cría, donde participan colegas suyos como Julio Iglesias (Bohemio), Lila Downs (Estadio Azteca), León Gieco (Mi bandera), Alejandro Sanz (Flaca), Mon Laferte (Tantas veces), Carlos Vives (Algún lugar encontraré), Raphael (Jugar con fuego), Milton Nascimento (En un hotel de mil estrellas) y Julieta Venegas (Pasemos a otro tema).

¿Cuál es el impulso que te lleva a escribir una canción y luego compartirla con el público? Pongamos por caso temas como Flaca, Crímenes perfectos y Loco.

El motivo era inventarlas, algo íntimo entre la música y yo, en un estudio doméstico y dedicando días enteros a la factura de las grabaciones y de las canciones. Es el caso de la Flaca, Crímenes y Loco, que grabé inicialmente en un estudio semiprofesional construido en mi propio domicilio de Madrid (España). Crímenes la grabé como maqueta unos meses antes de la gira con Joaquín Sabina y Los Rodríguez. Luego instalé esas mismas máquinas en mi rancho y grabé otra serie de canciones para lo que fue Alta Suciedad, grabado a principios de 1997. Fue todo un motor musical y estético en cuanto al sonido, las canciones y las grabaciones. Sin motivos sentimentales ni otro tipo de reivindicación que no sea grabar música propia. Esa es la idea.

¿Qué recuerdos tienes de grabar "On the Rocks", un álbum con colaboraciones como las de Diego el Cigala, Enrique Bunbury y Calle 13?

Un disco peculiar porque juntamos 80 canciones inéditas y elegimos entre los músicos cuáles grabar entre Buenos Aires y Madrid. Es un “best of unknown unreleased”. Elegimos las más adecuadas por letra y música. Contamos con artistas de lujo que conformaron colaboraciones especiales y la banda que éramos en directo. Un disco que se jacta de amigos y letras.

Debutar en Panamá

Después de haber escrito un repertorio impresionante de excelentes canciones, después de tantos años de una carrera exitosa y sostenida, ¿algo cambia en tu corazón a la hora de presentarte en un país por primera vez como va a ser en Panamá?

Nunca fuimos a Panamá y eso abre una razonable incógnita en cuanto al repertorio y las reacciones humanas; pero el compromiso lo tenemos siempre y en cada recital siempre somos los mismos. Buscamos la excelencia, la naturalidad, las buenas sensaciones en el escenario y ofrecer el mejor concierto de siempre: “somos” el último y el siguiente. Las sensaciones son las del escenario, mientras estamos atentos a que todo funcione muy bien: tanto las personas como la parafernalia musical sólida. Es un honor debutar en Panamá.

En cuanto a cantantes, géneros o canciones, ¿a qué te suena Centroamérica?

Soy bastante estudioso de la salsa brava con residencia en el Caribe y New York … Esa década prodigiosa en talento, carisma, letras, arreglos y orquesta. La generación que siembra en los Estados Unidos lo que ahora conocemos como salsa, el ‘update’ de la música anterior del Caribe con artistas jóvenes, virtuosos directores de orquesta, la ONU de la música buena.

Letras y estilos: de Carlos Vives a Alejandro Sanz

¿Cómo fue el proceso en “Dios los cría”? ¿Los cantantes te pedían cantar tal canción contigo o tú le proponías un tema según la personalidad del invitado? Por ejemplo, ¿Cómo fue esa dinámica con Carlos Vives, Alejandro Sanz y Sebastián Yatra?

Los procesos fueron todos los necesarios para terminar el disco. Empezamos de cero, haciendo listas de probables intérpretes y probables canciones para cada artista. Contemplamos 30 cantantes y 30 canciones, por lo que las posibilidades aritméticas eran enormes. A los artistas les ofrecimos opciones. Algunos lo tuvieron más claro en tanto conocían nuestro repertorio. Para otros pensamos algo que encajara como letra y como estilo. Carlos Vives conoce bien mis canciones. Alejandro Sanz escuchó dos o tres y eligió la Flaca. Sebastián Yatra quiso cantar Paloma que no estaba contemplada como repertorio para incluir en el disco.

Entre leyendas: De Julio Iglesias a Raphael

¿Cómo fue la grabación con leyendas que ya tienen seguro un espacio en la historia de la música como Julio Iglesias?

Julio Iglesias fue extraordinario, lo es. Ya habíamos grabado juntos en su más reciente álbum: México y Amigos. Nos habíamos encontrado a cenar y teníamos un cierto contacto personal de confianza. Él es una leyenda y un fuera de serie. Le gustó la canción, le quedó como un guante. Fue de los primeros en grabar su parte y la bordó, una clase magistral, un cantante a la altura de la leyenda y el hombre.

¿Cómo fue el proceso con el gran Raphael?

Raphael es un genio, siempre abierto, clásico, atrevido y atemporal; le mostramos el tango y le quedó muy bien. Después prometió incluir Jugar con fuego en sus giras y me invitó a cantarla juntos en un especial de televisión para la siguiente Navidad.

¿Cómo fue trabajar con el gigante brasileño Milton Nascimento?

Es una leyenda, un ángel… No creí que fuera posible que Milton Nascimento quisiera cantar mis versos, pero así fue; lo grabó con dulzura y sensibilidad, un tesoro. Leyenda de verdad.

Tres damas de la canción: de Lila Downs a Julieta Venegas

¿Cómo fue poner tus canciones al servicio de voces tan propias como la de Lila Downs, Julieta Venegas y Mon Laferte? Comencemos con Lila.

Hay que reconocerles a estas grandes artistas que las canciones ya estaban grabadas y no pudimos trasladar las tonalidades para su color (femenino); doble mérito. Lila Downs la cantó en octava con brujería, ahora la escuchamos y parece sentarse en la mesa chica de las leyendas del canto americano.

¿Qué nos compartes de las geniales Julieta Venegas y Mon Laferte?

Julieta Venegas tiene una voz sexy, tiene “eso” que la hace especial... y eso mismo imprime en el disco. Mon Laferte es un genio, tiene el carisma, el canto y el encanto; se transforma en el escenario. Incluso en el video, donde no estamos cantando realmente, brilla e ilumina la pantalla. Si hubiéramos adaptado las canciones a un tono más apropiado para estas tres cantantes, lo hubieran hecho incluso mejor. Esta en la naturaleza de los cantores: saber que siempre lo podemos hacer mejor.

En este disco no solo están presentes cantantes de valía sino también inmensos cantautores. ¿Qué canciones ajenas, entre todos los invitados de “Dios los cría”, te hubiera gustado componer?

Fernando Cabrera tiene un repertorio grande y en extremo sensible. León Gieco es un autor, artista y persona que conozco de toda la vida, de admirarlo y compartir cosas desde mi infancia y adolescencia. Insistí en llamar a Saúl Hernández porque le admiro como artista y cantante, le estimo mucho y nos conocemos desde hace muchos años. Ya canté Vasos Vacíos de Vicentico y me encantan sus discos, estaría encantado en cantar cualquiera de sus canciones propias y con Los Fabulosos Cadillacs; Manolo García y Vicente Amigo también los incluiría. Claramente podría interpretar las canciones del repertorio de los grandes cantantes de este disco. Un disco entero.

De Gustavo Cerati a Ismael Rivera

¿Qué cantantes que no están en “On the Rocks” ni en “Dios los cría” te hubiera gustado grabar una canción con ellos?

Lo intentamos con Joaquín Sabina y Diego El Cigala, sé que faltan en el disco y son irreemplazables. Me hubiera encantado cantar con Willy Nelson y tenía traducciones muy buenas de Patricio Pron de alguna de nuestras canciones. A lo imposible ya, grabar con Pappo, Gustavo Cerati … y con Ismael Rivera, que es mi cantante preferido de la vida.