Agroexportación panameña en peligro, ¿Qué está pasando?
Agricultura en Panamá
Ciudad de Panamá/Las exportaciones de productos agrícolas panameños se encuentran en la cuerda floja ante la cada vez más acentuada escasez de contenedores, que ha disparado los precios de este transporte de carga en más de 10 veces, aunado al alza en el precio de los insumos para la producción.
Banano, melón, sandía, piña y café son los principales productos que los agroexportadores panameños envían hacia los mercados de Estados Unidos y Europa.
Hasta agosto de este año el valor FOB, que incluye todos los gastos y fletes, de la exportación de banano, que abarca la fruta de rechazo, fue de 100,141 dólares, seguido del café con 16,396 dólares, sandía con 13,708 dólares, piña con 3,558 dólares y el melón con 865 dólares, según cifras preliminares de la Contraloría General de la República.
Hoy día se desconoce si para febrero, cuando salga la producción de cucurbitáceas -sandía y melón-, habrá contenedores y espacios disponibles para llevar nuestros productos, afirmó Ricardo García Salas, presidente del Grupo de Agroexportadores No Tradicionales de Panamá (Gantrap). El 80% de la exportación de la sandía panameña tiene como destino el mercado europeo y el 20% va hacia Estados Unidos.
El panorama se complica aún más cuando actualmente el precio del acolchado plástico que se utiliza en la siembra de cucurbitáceas se ha incrementado en un 80%, mientras que las mangueras de riego subieron de precio en un 30%, y ni hablar de los fertilizantes, cuyos precios ya rozan el 50%.
La escalada alcista también alcanza las tierras de la provincia de Chiriquí, donde el precio del quintal de abono que se utiliza en el café pasó rápidamente de 20 dólares a 60 dólares, mientras que los fungicidas registran aumentos del 20%, aseguró Wilford Lamastus, caficultor del área de Boquete.
Añadió que la producción es cada vez más costosa, debido a una situación que se escapa de la mano de los productores, por lo que sostuvo que hay que buscar la manera de adaptarse.
La producción de café en la provincia chiricana apenas está empezando en su etapa de cosecha en las áreas de Renacimiento y Santa Clara, cerca a la zona fronteriza con Costa Rica, mientras que en diciembre se esperan las primeras cosechas en Boquete, actividad que se acentuará en enero.
“La producción está en riesgo”, insistió por su parte el presidente del Gantrap, Ricardo García Salas, quien informó que el año pasado los agroexportadores sembraron solo de sandía unas mil hectáreas y que para este ciclo agrícola proyectan un incremento de 10%, aunque reiteró que el vertiginoso incremento en el precio de los fertilizantes puede dar al traste con esta proyección. Las hectáreas sembradas de dicha cucurbitácea se reparten entre las provincias de Chiriquí, Veraguas, Coclé, Herrera y Los Santos.
En el país la siembra de cultivos no tradicionales para la exportación ha quedado reducida a escasos cinco productos, con siembras que generalmente no sobrepasan las 800 hectáreas, cuando en la década de 1980 y mediados del 2000 se enviaban al exterior 22 diferentes cultivos, entre ellos raíces y tubérculos.
Para sobrellevar la situación actual, los agroexportadores proponen que el presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, agilice la sanción del proyecto de ley 718 que modifica la Ley 105 de 21 de noviembre de 2013, referente al Certificado de Fomento Productivo (CFP).
El CFP es un crédito fiscal no transferible que otorga beneficios del 40% de reintegro de los desembolsos en inversiones realizas por empresas agroindustriales o industrias de manufactura, con el cual pueden pagar impuestos nacionales, tasas y contribuciones propias.
“Hasta el momento el gobierno no nos ha ofrecido ninguna ayuda en cuanto al aumento en el precio de los insumos, por lo que la sanción de este proyecto sería de gran ayuda para el sector”, estimó el presidente de los agroexportadores.
Julio Mendoza, proponente del citado proyecto, manifestó que este busca robustecer los lazos entre productores y el gobierno para incrementar los procesos agrotecnológicos y garantizar que se cumpla con los estándares de calidad que permitan exportar más productos panameños a diversos mercados.
El panorama se complica aún más cuando actualmente el precio del acolchado plástico que se utiliza en la siembra de cucurbitáceas se ha incrementado en un 80%, mientras que las mangueras de riego subieron de precio en un 30%, y ni hablar de los fertilizantes, cuyos precios ya rozan el 50%.
Ese año agrícola la actividad generó empleos para unas 14 mil personas en las etapas de siembra y empaque, entre otras, logrando la exportación de cultivos en 5,300 contenedores.
La propuesta de Mendoza indica que las personas naturales o jurídicas que ejecutaron inversiones en los rubros de sandía y zapallo en el periodo comprendido del l de noviembre de 2012 hasta el 17 de abril de 2014, y que no hubieran podido hacer efectivo los beneficios de esta Ley, podrán formalizar sus trámites de solicitud para obtener los beneficios conforme a lo establecido.
Se agrega que el solicitante estará exento de presentar los certificados fitosanitarios y las certificaciones de las empresas verificadoras únicamente para este periodo, siempre que cumpla con los requisitos establecidos en la Ley para la obtención de los beneficios.
El CFP estará exento de toda clase de impuestos, tasas, derechos y gravámenes nacionales, no devengará intereses y servirá para el pago de cualquier impuesto nacional e Ingresos “no tributarios”, con excepción de los impuestos municipales.