Del contralor…
La iluminación repentina de un contralor invisible ha orientado toda la atención en las recién entregadas auditorías a más de 160 juntas comunales que manejaron dinero asignado a los diputados.
Explico primero la sinvergüenzura...
Los diputados no deben manejar partidas ni hacer obras porque no es su función, su trabajo es hacer leyes, fiscalizar la gestión pública y asumir funciones judiciales cuando se trata del Presidente de la República o un magistrado de la Corte Suprema de Justicia, luego entonces, inventaron que pueden gestionar obras, y el Ministerio de Economía y Finanzas transfiere el dinero a Juntas Comunales y los diputados le dicen a la Junta en que gastarlo, o sea, una triangulación. Por supuesto a la junta le queda un diez por ciento de “manejo” o gasto administrativo.
Supongamos que en esta figura legalizada pero no legítima, no se haya perdido un solo centavo, y todo esté documentado con su respectiva factura y se haya comprado a precio justo sin perjuicio para el erario, los diputados corrieron con ventaja sobre opositores o independientes al poder mostrar al elector una serie de obras como si fueran hechas por ellos. Aun así y con el despilfarro no todos se reeligieron.
Por otro lado, el contralor ha revelado que muchas de las compras se hicieron en los mismos grupos de empresas, muchas de ellas por debajo de 15 mil dólares para no ir al acto público e incluso las de mayor valor se fraccionaban en varias menores de 15 mil en una clara lesión al erario, además que al ser citados por los auditores varios aparecieron con facturas falsas o con fecha posterior a la compra, y aun por saber si los mismos diputados o representantes son los dueños de esas empresas proveedoras.
En otro descaro inexplicable, los diputados usaban municipios o corregimientos que ni siquiera son de su circuito electoral, y así diputados de Panamá gestionaban obras en San Miguelito a través de un corregimiento en Los Santos donde nadie vota por ese diputado.
Ahora lo suspicaz…
Que los diputados se vean involucrados en una situación difícil de explicar no es nuevo, pero que el contralor las haga públicas ahora que el ejecutivo y el legislativo están de pelea es a todas luces sospechoso. Supongamos que se demoró todo este tiempo como él ha dicho, si los diputados vuelven a ser leales al ejecutivo será porque el chantaje funcionó.
Si el Ministerio Público no procede contra nadie a pesar de los hallazgos en el momento que los diputados regresen a la lealtad gubernamental demostrará su complicidad en formar parte de la estrategia del ejecutivo.
Si el ejecutivo sabía de todo esto y no lo quiso utilizar antes y solo lo guardó para el chantaje es porque no le importaba el atraco a las arcas del estado y solamente sus intereses.
La chambonada política…
Los diputados no han asimilado nunca que son un poder del estado hasta ahora, y al querer ejercer el contrapeso, les han sacado su rabo de paja, de haber sabido hubieran nombrado a un contralor leal a la asamblea y no al que quiso el presidente, entregando uno de las posiciones que en teoría deben controlar. Ya han entregado al ejecutivo la Defensoría del Pueblo y uno de los magistrados del Tribunal Electoral.
Lo otro…
El contralor se dio cuenta que no lleva ningún chance como candidato a presidente y finalmente empieza a hacer su trabajo sin pensar en las elecciones de 2019.