¿Nuevo en el gimnasio?
Te inscribiste en el gimnasio de la localidad para hacer un cambio radical en tu vida ¡Felicidades! Diste el primer paso para el mejor cambio de tu vida, ahora lo que toca hacer es prepararse, ya que asistir a un gimnasio no es lo mismo que ejercitar en casa, eso lo sabemos, pero en temas de gérmenes, enfermedades y paciencia entre todos los que utilizamos máquinas para ejercitarnos.
#1 Limpia el equipo
Hay algo que es seguro: no te inscribiste al gimnasio para pescar enfermedades. Por eso, es muy importante que antes de subirte a la caminadora -o a cualquier otro aparato- desinfectes las zonas que estarán en contacto con tu cuerpo. Ten en cuenta, que en general las salas tienen un desinfectante y un paño limpio para que los utilices. Una vez que finalices el ejercicio, limpia nuevamente. Con esta medida simple, estarás ayudando al mantenimiento del lugar.
#2 Respeta los límites de tiempo
Día a día, los gimnasios reúnen cada vez más gente. Por este motivo, y para que todos puedan acceder a los equipos, su uso suele estar limitado. Así, en las máquinas más populares como la caminadora y la bicicleta, es probable que puedas estar como máximo 30 minutos. Respeta estos límites y, para que esto no afecte tu rutina, diversifica tu actividad. Intenta utilizar los aparatos menos empleados.
#3Sé cautelosa
Ir al gimnasio puede ser una excelente oportunidad para crear vínculos y forjar amistades. Ahora bien, no todas las personas tienen estas metas cuando van a ejercitarse. De hecho, es muy frecuente que la actividad física sea una instancia para relajarse y conversar con uno mismo. Por eso, si sueles ser la charlatana del grupo, limita tus instintos. Genera conversaciones, sí, pero asegúrate de respetar el espacio de los demás. Puedes aprovechar esta instancia para reconectarte contigo misma y para escuchar algo de música.
#4Guarda la higiene
Cuando más personas, más gérmenes y suciedad. Por ello, guarda una buena higiene. Ponte una ropa cómoda (que no te haga sudar en exceso) y no olvides de aplicarte desodorante antes de comenzar. Evita las fragancias con aromas fuertes, a fin de no perjudicar a personas que puedan ser alérgicas. Finalmente, luego de terminada la actividad física, no dejes de darte un baño con agua caliente,esta será ideal para relajar tus músculos.
#5Date tiempo
Sé paciente contigo misma, no te sobre exijas desde el primer momento. De lo contrario, estarás aumentando los riesgos de lesiones y contracturas musculares -sobre todo, si estabas en la inactividad total. Para evitar que esto suceda, busca la guía del entrenador a cargo; asegúrate de contarle sobre cualquier lesión que hayas experimentado. Solo así, él podrá guiarte de la mejor manera.