Envejecimiento: Qué es y cómo afrontarlo
El envejecimiento es un proceso en el que se producen una serie de cambios desde el punto de vista biológico, social y psicológico. En este proceso, que comienza a partir de los treinta años aproximadamente, se va reduciendo la capacidad de las funciones biológicas y fisiológicas y empezamos a notar, los primeros cambios físicos.
En el envejecimiento participan múltiples factores, donde participan una serie de fenómenos que van empeorando con el paso de los años y es sobre los que realmente hay que incidir para que este desgaste disminuya y se pueda vivir en mejores condiciones y así evitar que las enfermedades asociadas al paso de los años aparezcan de manera más retardada
¿Existe el miedo a la vejez?
Con la madurez las personas empiezan a tomar conciencia y a reflexionar sobre sus vida y hacer un balance sobre ella. Muchas veces cuando se piensa en el pasado, surgen lamentos por no haber alcanzado las metas propuestas y cuando se piensa en el futuro, nos imaginamos con las facultades limitadas y un físico deteriorado.
El temor a la muerte y a la soledad, es una de las grandes preocupaciones de las personas cuando se aproximan a la vejez. Plantearse la vida de forma distinta a lo acostumbrado e imaginársela con achaques y limitaciones físicas, además de la incertidumbre de lo que el futuro nos deparará, es uno de los mayores temores de todo ser humano.
¿Se puede prevenir el prevenir el envejecimiento?
Tenemos que tomar en cuenta que el envejecimiento es algo inevitable y que todas las personas vamos a pasar por esa etapa, pero el llevar un estilo de vida saludable puede ayudarnos a retardar ese proceso.
La alimentación: tenemos que alimentarnos de una forma sana y variada, alimentos como el pescado, las frutas y verduras pueden retardar el envejecimiento. Si de alimentación se trata debes eliminar las comidas altas en grasas, las frituras, la sal, las bebidas alcohólicas.
Hidratación: hay que tomar bastante agua en el día para poder eliminar a través de la orina las toxinas alojadas en nuestro organismo. Lo más recomendable es tomar 8 vasos diarios.
Una copa de vino: ¡De vez en cuando no hace daño! científicos han de descubierto que esta bebida tiene una sustancia antioxidante llamada resveratrol que ataca a los radicales libres.
Relájate: toma unos 10 o 15 minutos de tu día especialmente para ti, donde puedas meditar, o simplemente hacer ejercicios de respiración. Ejercicios como yoga y el tai chi son excelentes para lograr un estado de relajación y conexión entre el cuerpo y la mente.
Haz ejercicios: dicen que el ejercicio es la fuente de la juventud eterna. Reserva al menos 45 minutos de tu tiempo para dedicárselos al ejercicio, puedes caminar, correr o practicar el ejercicio de tu preferencia.
Mantén activo tu cerebro: así como ejercitas tu cuerpo debes trabajar tu mente, resuelve crucigramas, sudokus, acertijos, o lee un buen libro. Esto hará que tu memoria no falle.
Dormir bien: expertos aseguran que hay que cumplir de 7 a 8 horas de sueño cada día. Los efectos de la falta de suficiente sueño son dañinos y se ven reflejados en la piel. Recuerda que las horas de sueño jamás se recuperan.
El sol: tomar sol moderadamente aportará una gran cantidad de vitaminas a tu cuerpo, no olvides aplicarte protector antes de salir a broncearte.
Actitud positiva: enfrentar la vida con optimismo mejorará tu autoestima y te ayudará a lograr tus metas exitosamente.