A pesar de los acuerdos, la crisis migratoria continúa en la frontera con Costa Rica
Para los transportistas, comerciales y residentes de Paso Canoas, en la frontera de Panamá con Costa Rica, nada a cambiado pese a los recientes acuerdos que en materia migratoria, de Aduanas y de seguridad, firmaron los presidentes de Panamá, Juan Carlos Varela y de Costa Rica, Guillermo Solís.
La comunidad tica considera que en materia migratoria se sigue dando el mismo fenómeno, la llegada masiva de ciudadanos de Haití, de África y de Cuba, que luego de su tránsito por Panamá, pasan a territorio de Costa Rica y quedan varados en este país tras la negativa de Nicaragua de darles paso.
Para los comerciantes y ciudadanos de Costa Rica, es necesario establecer una política estable en materia de migración, para que esta llegada masiva de extranjeros, que desean llegar a los Estados Unidos, sea rápida y no queden gravitando en estos países, causando erogaciones económicas a sus países, en materia de salud, alojamiento y perjuicios al turismo.
Quizás Panamá sea la menos perjudicada en estos momentos con el tráfico de ciudadanos de Haití, África y Cuba, porque una vez llegan a nuestro país siguen su camino a Costa Rica, en donde si quedan varados.
Se calcula que unos 150 a 200 de estos extranjeros salen a diario por esta frontera, pero las cifras oficiales no se tienen, por la negativa de las autoridades de Migración en dar declaraciones.
En materia de seguridad, los residentes y comerciantes de Paso Canoa aseguran que siguen igual.
Jonathan Quiroz, vocero comunitario, asegura que continúan las mismas deficiencias de falta de unidades y de poco personal de vigilancia y control en las zonas fronterizas.
"En los almacenes si hay agentes del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), porque se trata de personal franco que son pagados y que están en estos comercios a lo largo de la frontera, pero en los barrios, los puntos clandestinos y las comunidades no hay policías ni rondas de vigilancia", asegura Quiroz.
Los directivos el Senafront de Paso Canoa no quisieron dar declaraciones a los medios sobre las medidas de seguridad que aplican en el sector fronterizo.
Pero no sólo hay quejas por la seguridad y la falta de control migratorio, los camioneros de Panamá y Centroamérica aseguran que se ven perjudicados por la burocracia para el tránsito de sus contenedores y la falta de un adecuado recinto fiscal.
"Estos temas se debían solventar en las próximas semanas, pero la verdad es que no vemos avances y seguimos haciendo las 12 horas de espera para entrar o salir de Panamá", dijo Carlos Argueta, empresario y camionero de Panamá.
Francisco Rodríguez, Administrador de Aduanas en Chiriquí, manifestó que los cambios se están aplicando, pero la complejidad de la frontera, aunado al poco espacio con que cuentan está dificultando más las condiciones de atención.
Una vez apliquemos las aduanas yuxtapuestas, con la homologación de horarios, trámites y documentos, vamos a ver grandes mejoras, dijo Rodríguez.
Las dificultades de los camioneros, viajeros, migrantes y comerciantes en Paso Canoa, lejos de ver una solución a corto plazo, están a la espera de políticas de Estado que atiendan estas deficiencias de forma urgente y con celeridad.
